Macri y Autopistas del Sol.


Que Macri buscó la política para sortear escollos y agigantar sus negocios ya no es noticia. El caso llegó a debate familiar antes de que Mauricio dejara Boca Júniors para jugar en la carrera por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Los ruidos o crujidos en la “famiglia” también crecieron. Equipos de profesionales puestos a ordenar, crear y desaparecer papeles no dieron abasto. Los conflictos de intereses, algo de Franco preveía, no tardaron en estallar.

Iron Mountain, IECSA, Calcaterra, Correo Argentino, Autopistas del Sol, Avianca y otros casos no pudieron esconderse y menos las decenas de cuentas y sociedades off shore que se le descubrieron a la familia a partir del escándalo “Panamá Papers” que catapultó a Macri como "el presidente más corrupto del mundo".


No quedan dudas de que la carrera presidencial de Macri se desencadenó desde las diferencias familiares. Menos dudas quedan de la visión macrista del Estado, causante de pesadillas burocráticas y tortuosos enjambres a la hora de multiplicar negocios, Estado que debiera funcionar al servicio de la iniciativa privada.

Gianfranco Macri, uno de los tres hermanos del Presidente y cabeza de SOCMA -controlante del holding SIDECO-, el imperio familiar que Franco cedió hace años a sus cuatro hijos, es quién salió publicado en la lista de quienes blanquearon dinero a partir del decreto presidencial que coló de modo grosero la cláusula permisiva a familiares de funcionarios públicos.

Franco es quién salió de balbucear cuando estallaron los Panamá Papers y el propio Mauricio mintió de modo flagrante cuando habló de su participación en sociedades off shore de su padre que nunca hubieron funcionado cuando quedó demostrado que no sólo funcionaron sino que movieron millones de dólares.

Cuando estalló la deuda del Correo Argentino pudo saberse que Macri no sólo se niega a pagar los $70.000 millones que adeuda sino que, por el contrario, hizo juicio al Estado para reclamar una deuda en nombre del Correo Argentino.

Viene esta breve y fluída reseña como zaguán de la flamante renovación del contrato de concesión del Acceso Norte para Autopistas del Sol (Ausol) hasta 2030 y la aprobación de un plan de inversiones por más de $ 7.300 millones por parte del Estado argentino.

"Apruébase el Acuerdo Integral de Renegociación Contractual del Contrato de Concesión del Acceso Norte de la Ciudad de Buenos Aires suscripto por el Ministerio de Transporte y Autopistas del Sol SA el 26 de junio", sostiene el decreto 607 publicado en el Boletín Oficial con las firmas de Gabriela Michetti, Marcos Peña y Guillermo Dietrich.

La ausencia de firma presidencial (Macri) responde al consejo de la Oficina Anticorrupción PRO comandada por Laura Alonso, quien recomendó la abstención de intervención del actual Presidente de la Nación en la firma “adreferéndum” del contrato de renegociación que tramita por el expediente de referencia, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 4° inciso d) del Decreto N° 202/17.

"En tal contexto, corresponde dejar establecido que la Señora Vicepresidente de la Nación sea quien intervenga en las cuestiones relativas al mencionado acuerdo de renegociación contractual entre el Estado Nacional y la concesionaria Autopistas del Sol S.A., respecto de las cuales el suscripto se excusa".

La prolijidad en el asunto llegó al artículo 1 del decreto 596/2018, donde el Presidente declara "excusarse de intervenir en relación al acuerdo de renegociación contractual del Contrato de Concesión del Acceso Norte entre el Estado Nacional y la concesionaria Autopistas del Sol S.A".

La excesiva pulcritud en el caso llegó incluso a que tenga lugar el texto siguiente: "en mérito de lo expuesto, razones de decoro, delicadeza y transparencia en el ejercicio de la función pública motivan al Señor Presidente de la Nación Argentina a excusarse de la intervención que pudiere corresponderle en relación al mencionado acuerdo de renegociación contractual".

Teniendo en cuenta que hablamos de Macri y recordando la bonita frase atribuída a John Kenneth Galbraith, tenemos el desenlace cantado:

  “Una sola exageración puede derribar todo un castillo de argumentaciones”.

Macri había vendido, según se publicó en la prensa, su parte accionaria (7%) de Autopistas del Sol en mayo de 2017. ¿Por qué entonces “la delicadeza y el decoro” de eximirse de firma?

No sólo eso. Aquella venta también provocó un escándalo (algo menor que el del Correo) que también llegó al Congreso Nacional.

Entonces el juez Daniel Rafecas dio lugar a una serie de medidas de prueba en la causa en la que se investiga el presunto beneficio familiar de Macri con la abrupta suba de los peajes de Autopistas del Sol, previo a que el holding familiar vendiera las acciones de esa concesión por un precio cuatro veces mayor al que tenía en 2015.

La causa (similar a la del Correo) se inició con una denuncia de la diputada Margarita Stolbizer por el ascenso de las acciones de la empresa que reflejaron los propios documentos de la sociedad, presentados ante la Comisión Nacional de Valores. Se busca probar que Macri y sus funcionarios incurrieron en presuntas negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública para beneficiar a la familia presidencial.

La denuncia, presentada a mediados de 2017, consignó que Macri se desprendió de acciones en Autopistas del Sol “después de una enorme suba de cotización por los aumento de tarifas que dispuso su gobierno”. “¿Por qué Macri no vendió sus acciones al asumir y recién lo hace 15 meses después? ¿Y el fideicomiso ciego?”, se preguntó Stolbizer en ese momento.

El fideicomiso ciego, que incluyó una propiedad sobre la que Macri había logrado exenciones impositivas como jefe de Gobierno, no fue informado por el presidente en su última declaración jurada, por lo que las empresas involucradas –que provocaban presuntos conflictos de intereses, por ser del sector agrícola– quedaron fuera del arbitrio público.

Según fuentes de Casa Rosada, Macri también tuvo que desprenderse de las acciones que tenía en la empresa Yacylec, dado que es una empresa de transporte de electricidad y se vio beneficiada por los aumentos de las tarifas. No obstante, el presidente se habría desprendido de su propiedad después de los aumentos y no antes.


El texto de la denuncia detalla que el holding de la familia Macri, Sideco Americana S.A. vendió las acciones de la concesionaria Autopistas del Sol: la compró Natal Inversiones S.A. por 19,7 millones de pesos, según figura en los documentos presentados por Autopistas del Sol ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).

También precisa que el Gobierno había tomado una serie de medidas que incrementaron ese precio de venta: Macri dispuso un aumento del 50% de la tarifa en enero de 2016 y de otro 100% en enero y febrero de 2017. También advierte que luego de estas subas, en agosto de 2016 AuSol canceló “la totalidad de sus deudas financieras” y en mayo de 2017 repartió dividendos entre sus accionistas por 360 millones de pesos. Al culminar el proceso, las acciones de AuSol habían aumentado un 394%. Entonces el holding familiar de Macri vendió.

En las memorias de la empresa de 2015 se indicaba que el pasivo de AuSol era de 1.127 millones de pesos. El documento hablaba de una situación de “incertidumbre” de la compañía. La memoria del 2016 es, comparada con la anterior, como el día y la noche. Se indica que el pasivo disminuyó en más de 366 millones producto de la cancelación de su deuda financiera. Además, el balance detalla que se encaminó el proceso de renegociación del contrato con el Estado. En la denuncia se apuntó que esto también le permitía aumentar su valor de venta y se pidió investigar si un grupo de funcionarios de Vialidad, el Ministerio del Interior y la Presidencia se interesaron para beneficiar a la familia del mandatario.

“Los informes que estaban en el Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) manifestaban que la empresa había mentido en sus números para inflar el costo de los peajes. Siempre estuvo intervenido por Vialidad y justo antes de vender, le levantan la intervención. Esto también le eleva el valor”, advirtió Silvina Martínez, abogada de Stolbizer y especialista en derecho empresarial.

Estimado lector, el poder ha sido usurpado y las maniobras fraudulentas contra el Estado Nacional están siendo encubiertas por un monopolio mediático cómplice y partícipe de la fiesta empresarial.

Alejandro Carnero.

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