Recordemos, como cada vez que citamos aquí al Financial Times, que se trata del principal diario económico a nivel global y que no ahorra (desde hace años) ácidas críticas a Don Macri. Recordemos también que Financial Times critica y corre a Macri por derecha, es decir, como inútil a sus intereses concentrados.
De ahí es que CFK se detiene a hacer saber otra lectura de esta "golpiza al caído": "Estan tratando de salvar el ideario "neoliberal" y culpar a la impericia de chispita".
De ahí es que CFK se detiene a hacer saber otra lectura de esta "golpiza al caído": "Estan tratando de salvar el ideario "neoliberal" y culpar a la impericia de chispita".
Cristina: "Estan tratando de salvar el ideario "neoliberal" y culpar a la impericia de chispita" 🤣😂👏👏 #ChispitaDeSalida pic.twitter.com/CT6v7FO4Dl— Alejandro (@Ciro_alejandro1) October 14, 2019
Esta vez, al día siguiente del Debate Presidencial, cuando se apilan los días en que pegarle a Macri se convirtió en el deporte más fácil de todos, Financial Times volvió a publicar un artículo con fuertes críticas a la gestión PRO.
La nota repasa números y resultados de la economía aplicada por Cambiemos, destruida a pesar de haber recibido la mayor ayuda financiera de la historia del FMI y de Argentina: “Estos datos serían graves para cualquier candidato que busque la reelección. Pero para un representante de una de las familias más ricas del país son especialmente tóxicos", dice FT.
El artículo reproduce la opinión del presidente del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Luis Tonelli, quien señaló que "la percepción ahora es que Macri es un idiota que no tiene sensibilidad hacia las personas, es de clase alta y no entiende nada".
Los periodistas Michael Stott and Benedict Mander asistieron a la convocatoria del “Sí, se puede” días atrás en Mendoza: “Unos pocos miles reunidos en una plaza vitorearon obedientemente y agitaron pancartas con el lema de la campaña mientras el presidente se abría camino a través de un discurso mudo que duró apenas 20 minutos, con su voz a veces fallando. Su esposa Juliana Awada, vestida de negro de diseñador, le puso una mano reconfortante en el hombro, exudando la elegancia millonaria sin esfuerzo que le valió una aclamación 'mejor vestida' de Vogue", señala la nota, que contrasta con la generalidad de las crónicas de medios afines argentinos que intentan derramar entusiasmo con una supuesta oleada de optimismo que podría acercar los números de las elecciones del 27 de octubre al balotaje entre Macri y Alberto Fernández.
Financial Times se muestra escéptico: “Macri promete que ´Ahora viene algo diferente`, pero todo sugiere que el 'algo diferente' reservado para Argentina es el principal oponente de Macri; Alberto Fernández, un peronista de izquierda que es el favorito absoluto para ganar las elecciones el 27 de octubre".
“... la credibilidad ya maltrecha de Macri recibió otro golpe cuando el gobierno se vio obligado a posponer los pagos de la deuda interna e imponer controles de cambio. Los empresarios tenían grandes esperanzas en Macri cuando asumió el poder, pero muchos perdieron la paciencia después de los repetidos errores de su administración en la economía".
FT cita al presidente del departamento de Ciencias Políticas de la UBA, Luis Tonelli, quien señaló que "la percepción ahora es que Macri es un idiota que no tiene sensibilidad hacia las personas, es de clase alta y no entiende nada". Luego Tonelli aclaró en su cuenta de Twitter que “estaba hablando coloquial e informalmente en castellano y dije `boludo´... seguramente usaron el Google translator”. Tonelli es políticamente afín al radicalismo asociado al macrismo.
Según el Financial Times, Macri es un "un ingeniero civil capacitado (…) que pudo superar la falta de carisma y habilidades oratorias débiles para ganar una segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2015 en parte porque los argentinos estaban hartos del gobierno anterior, que estaba sumido en escándalos de corrupción y dejando atrás una economía caótica". “En la economía, Macri se presentó en 2015 como el candidato del futuro, prometiendo que su equipo solucionaría los problemas económicos de Argentina. Ahora, habiendo fallado significativamente en hacerlo, está recurriendo a una apelación a valores como la tolerancia y la democracia que tienen poca resonancia más allá de su base de clase media".
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