Financial Times vuelve a cargar contra Macri.



“El presidente Macri pidió calma y diálogo con la oposición, mientras Argentina busca evitar un noveno default soberano pidiendo a sus acreedores, incluido el FMI, más tiempo para pagar 101 mil millones de dólares en deudas”, publica Financial Times (diario inglés), agregando que “el peso se desplomó y los rendimientos de los bonos se dispararon el jueves, en respuesta a la reestructuración de la deuda propuesta”.

No se trata de hacer oposición reproduciendo cualquier crítica publicada. Ocurre que el siniestro manto de comunicación gubernamental comandado por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, deja pocas opciones de información. Y ahora, ante el rotundo resultado de las elecciones PASO 2019 que hicieron real el zaguán de salida de la dirigencia PRO, salen a la luz las diferencias de enfoques y los números reales.

El Financial Times forma parte del más conservador y recalcitrante sector económico mundial que se dedica a las especulaciones e inversiones financieras aun sin dejar de atacar industrias y estados. Incluso así, es hoy una voz que puede aclarar algo a la incertidumbre que se vive en Argentina velada tras un manto de comunicación oficial que bordea un realismo mágico plagado de neologismos e incoherencias.    

En este marco Financial Times le pone nombre cierto al caso argentino y corrige el neologismo PRO llamado "reperfilamiento". Porque, estimado lector, usted sabrá que el no pago de las deuda contraída con el FMI en tiempo y forma, fue llamado "reperfilamiento de deuda" por el gobierno PRO.

“En general, dice Financial Times, las principales agencias de calificación crediticia declaran el default cuando un país no cumple con todas sus obligaciones de deuda, ya sea atrasando los pagos o no haciéndolos de manera completa o incumpliéndolos totalmente”. En esa instancia, los países deudores “pueden alargar sus cronogramas de pago canjeando de manera voluntaria con los acreedores los viejos bonos por otros nuevos, de más largo plazo, endulzando el acuerdo con intereses más altos”. Aunque aclara que el intercambio “no debe ser forzado si aspira a que sea considerado verdaderamente voluntario”.


Es allí donde el Financial Times apunta con dureza a la adminsitración PRO y compara a la Argentina con Grecia: “En el caso de Argentina, es probable que incluso un nuevo acuerdo voluntario en la práctica afecte negativamente a los tenedores de bonos argentinos y, por lo tanto, constituya un default: el noveno en la historia del país y el tercero desde el cambio de milenio”.

En otras palabras: "Aunque Argentina solo busca una extensión voluntaria de las fechas de vencimiento, sin una reducción de los intereses ni del capital, el hecho probablemente se verá como otro default soberano por algunas medidas”

Sobre el final de la nota, el Financial Times se refiere a la oposición y dice que “un asesor económico” de Alberto Fernández, el gran ganador de las primarias del 11 de agosto y virtual futuro presidente “expresó su preocupación de que las medidas podrían fallar para restablecer la estabilidad económica que el gobierno está buscando, lo que podría generar pánico entre los argentinos que no pueden intercambiar inversiones por efectivo”.


No olvidemos que medios como Financial Times apoyan a gobiernos como el macrista dada su idiosincracia financiera. Ellos saben que para Macri y su dirigencia la política es algo que sólo viene a entorpecer la fluidez de los negocios. Así, luego de enunciar la situación argentina, publica editoriales (opinión) que no son menos temerarias que la misma comunicación fantasiosa y publicitaria del gobierno PRO.

Si con el título no bastara “Acreedores argentinos ofrecen cautelosa bienvenida al plan de reestructuración de $ 101 mil millones”, la foto elegida para la editorial, es toda una declaración de intenciones.


La nota continúa consultando a diversos especialistas. “Para muchos inversionistas, las reestructuraciones traen recuerdos dolorosos de 2001” dice la editorial de Financial Times, aunque uno de los especialistas consultados, Federico Kaune de “UBS Global Asset Management” señala que "hay pocas certezas acerca de la política económica que podría aplicar Alberto Fernández, si continuaría o no las políticas de austeridad macristas, y cuál sería la relación con el FMI".

Edwin Gutiérrez, del “Aberdeen Asset Management” señaló que la aprobación de las propuestas de Macri en el Congreso será difícil y que un acuerdo con los inversores extranjeros “podría ser aún más complicado”.

“No hay iliquidez en Argentina, hay insolvencia”, continúa Gutiérrez "la deuda creció a casi 100% del PBI y es improbable que baje porque los indicadores de crecimiento son abismales”. Luego señala que hay pocos incentivos para acordar con un gobierno que difícilmente continúe en el poder. Gutiérrez se pregunta:
“¿De verdad vas a jugar a la pelota con un presidente saliente, y cojo para enfrentar a su sucesor, con toda la incertidumbre que lo rodea?”.

Financial Times señala que los grandes acreedores de la Argentina dieron el jueves una acogida positiva al plan de “reperfilamiento voluntario” del gobierno de Macri.

John Dehn, jefe de investigación de Ashmore, considera buena la noticia porque aleja el riesgo de un default “dado que el stock de reservas extranjeras netas de Argentina está disminuyendo rápidamente a un estimado de $ 10 mil millones.” Y menciona la “reciente agitación del mercado provocada por la sorpresiva victoria del peronista Alberto Fernández en las recientes elecciones primarias.”
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