Bolsonaro y Macri se saludan vía Twitter.


Bolsonaro materializó su discurso de campaña y en sus primeros decretos decidió reducir el salario mínimo a 998 reales, entregar la demarcación de las tierras indígenas al Ministerio de Agricultura, cuya titular, la terrateniente Tereza Cristina Correa, coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso. Además dispuso excluir a la población LGBT de las políticas de derechos humanos.

En su primer día como presidente, Bolsonaro aumentó el salario mínimo de los trabajadores solo 44 reales, que su antecesor había fijado en 954 reales (246,1 dólares). El incremento del salario mínimo en Brasil se decide con una fórmula que contempla la inflación, la tasa de crecimiento del año anterior y otras variables pero el número final propuesto por Bolsonaro resultó inferior a los 1006 reales (259,6 dólares) calculados por la administración saliente y contemplados en el presupuesto 2019. Se trata del mismo mecanismo que utilizó en Argentina la gestión Macri para reducir las jubilaciones.

La disposición se complementó con otra declaración que otorga a Agricultura la función de identificar, delimitar y crear nuevas reservas indígenas, que hasta ahora estaba en manos de la Fundación Nacional del Indio (Funai), entidad responsable de las políticas indígenas, vinculada hasta ahora al Ministerio de Justicia. La norma determina que Correa, líder de los grandes propietarios rurales de Brasil, será quien decida en adelante la asignación de tierras para los indígenas y las comunidades quilombolas, descendientes de los negros prófugos de la esclavitud, campesinos sin tierras, sectores que conviven en permanente conflicto con los terratenientes. Habrá que ver si en Brasil aparece algún caso similar al de Santiago Maldonado.


Bolsonaro había prometido durante su campaña que no delimitaría nuevas reservas para los indígenas y que autorizaría las explotaciones mineras en las tierras aborígenes. "Más del 15 por ciento del territorio nacional es delimitado como tierra indígena y quilombola. Menos de un millón de personas viven aislados del Brasil verdadero, explotadas y manipuladas por ONG. Vamos juntos a integrar a estos ciudadanos y valorar a todos los brasileños", justificó en Twitter. El mismo decreto determina que pasarán a estar vinculadas al Ministerio de Agricultura tanto el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) como la entidad responsable de regularizar las reservas de los quilombolas.

En otra decisión fiel a las declaraciones homofóbicas y misóginas del ex capitán del Ejército, su flamante ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, confirmó que se desmantelará la Secretaría de Educación Continuada, Alfabetización, Diversidad e Inclusión, que regulaba las relaciones étnico raciales. La Secadi había sido creada en 2004, durante el gobierno de Lula Da Silva, con el objetivo de fortalecer la atención especial a grupos que históricamente habían sido exclusidos de la escolaridad.

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