A dos semanas de volver de vacaciones Macri va de vacaciones a Chapadmalal.


Tras haber visitado la colonia de verano del Centro Recreativo Nacional (Cerena) en Ezeiza con María Vidal, Macri almorzó en la Quinta de Olivos y se fue a Chapadmalal a pasar unos días de vacaciones (otra vez). La excusa protocolar fue la inauguración del hospital Bernardo Houssay del PAMI en Mar del Plata.

Acompañado de su esposa, Juliana Awada, y la hija, Antonia, Macri tuvo como primera actividad en su descanso, felicitar vía twitter al argentino Gustavo Fernández por el título conseguido en el Abierto de Australia en la modalidad de tenis adaptado. “Orgullo. Gustavo Fernández campeón del Abierto de Australia de tenis adaptado. Felicitaciones”, se publicó en su cuenta (se sabe que no la escribe él, no obstante el marketing PRO cree que este tipo de mensajes le son positivos a su imagen).

Las vacaciones de Macri desde que llegó a la Casa Rosada siguen siendo tema de conversación pública. Desde diciembre de 2015, cuando asumió en el cargo presidencial, lleva acumulados más de cuatro meses de vacaciones. El pasado 22 de diciembre fue en el avión presidencial a Bariloche con su familia y de allí al country Cumelén de Villa La Angostura, donde permaneció hasta el 13 de enero.

Sólo hasta mediados de abril de 2017, Macri acumulaba 64 jornadas sin trabajar. Desde entonces, se permitió varios fines de semana largos en los que, por ejemplo, participó de un torneo de golf en la Costa Atlántica o extendió visitas oficiales para dedicarle más tiempo al ocio, como el caso de su viaje a Sudáfrica en el contexto de la Cumbre de los BRICS, cuando se tomó unos días para hacer un safari fotográfico.

No estamos contra las vacaciones de nadie. Tampoco puede excluirse del derecho vacacional al rubro "funcionario público". Pero ¿usted se iría de vacaciones si su negocio está en problemas? ¿Usted se iría de vacaciones si el balance de su empresa es negativo y anuncia un horizonte de quebranto? ¿Usted se iría de vacaciones si se ve atacado por una inmensa recesión que lo obliga a despedir empleados, cerrar producciones y reducir gastos como zaguán del cierre?

Es el problema de Macri y su departamento de márketing (comandado por Marcos Peña y Durán Barba). Ellos creen que exponer la vida vacacional de Macri suma a su imagen, blanquea de naturalidad el desastre económico que fluye en las economías regionales, siembra tranquilidad sobre un mar de fondo que expone a manifestantes en las calles todas las semanas y, además, lo muestra como un ciudadano común siguiendo las vicisitudes mediáticas del tenis argentino.

El murmullo del dólar se recalienta sobre las temperaturas de enero (2019) y su gobierno ya no tiene acceso al mercado voluntario de crédito internacional. El dinero pedido al FMI ya fue fugado al exterior mientras la inflación no baja del 50%, el desempleo crece de modo exponencial al compás del cierre masivo de empresas y pymes, las inundaciones arrecian el litoral, las enfermedades se multiplican en el norte, la pobreza sigue en constante aumento y el tejido social se está deteriorando a una velocidad inusitada... y Fatiga otra vez de vacaciones.

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