El consumo masivo acumula dos años de caída y lo más probable es que no logre repuntar este año (2018), con un crecimiento negativo del PBI y el salario real devaluado respecto de 2017, indicó un informe difundido por la consultora Ecolatina.
“Dado que estimamos un crecimiento del PBI que rondará el 2% y que el salario real se mantendrá estancado respecto a 2017, lo más probable es que el consumo masivo no logre repuntar este año”, señaló.
El estudio analiza el impacto que tuvo la crisis del supermercado Carrefour en el sector, y concluye que el consumo masivo está a la baja, siendo “una de las variables más golpeadas de los últimos años”.
“El consumo masivo es una de las variables más golpeadas de los últimos años. En 2016, la actividad económica disminuyó casi 2% interanual, mientras que el consumo masivo se redujo más del doble (-4%). El año pasado el PBI trepó casi 3% i.a., a la par que el sector bajo análisis acumuló su segundo año consecutivo de caída (-1% i.a.)”, detalla Ecolatina.
Además, remarca que esta evolución negativa no fue generalizada para el gasto general de los hogares.
El consumo privado total (que incluye también la compra de bienes durables y servicios) avanzó 2,5% en los últimos dos años (sin considerar la variación de existencias). Se observa pues una sustitución en la composición del consumo hacia el interior del presupuesto de las familias.
“Según estimaciones de Kantar WordPanel, mientras que el canal mayorista acumuló un alza cercana a 25% en cantidades a lo largo de la gestión Cambiemos, los supermercados e hipermercados redujeron sus ventas en 12%”, advierte el informe.
Por lo tanto, la situación negativa ataca con más fuerza a estos últimos: los hogares están optando por reestructurar sus compras habituales, no sólo en términos de volúmenes, sino también de comercios y canales.
“En consecuencia, independientemente del panorama de cada firma en particular, el escenario general del sector enciende luces amarillas. Por ende, analizar su situación de manera pormenorizada es fundamental tanto para precisar el estado actual de la actividad económica como para determinar su curso futuro”, remarcó.
El poder adquisitivo se redujo 1,1% entre el promedio de 2015 y el de 2017. De este modo, el ingreso real de los empleados registrados todavía no lo hizo.
Estimado lector, si llegó hasta acá deberá saber que este informe de Ecolatina corresponde a Abril de 2018, cuando la corrida cambiaria y la devaluación de mayo no habían tenido lugar siquiera en el horizonte de los peores pronósticos.
Saque sus propias conclusiones.
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