Caputo: "El mercado y el FMI quieren lo mismo que nosotros..."


Mientras se propaga el aumento de precios a partir de la última devaluación, se difunde la profunda caída de imagen de Macri y sus satélites y se multiplican las convocatorias a marchar al obelisco contra el FMI, el ministro de Finanzas Luis Caputo, el mismo que olvidara declarar sus cuentas off shore, asiste al Business Future of the Americas,  evento organizado por la Cámara de comercio de EE.UU.(AmCham) en Argentina.

Allí el hombre fue recibido por el reportero Facundo Gómez Minujin, presidente de la filial local de JP Morgan, como "el artífice de lograr detener las turbulencias cambiaras de las últimas semanas". Inmediatamente el público (empresarios) aplaudió al muchacho off shore como a un jugador de “Champions League”.

No sólo Caputo fue aplaudido por el megaendeudamiento sino que comenzó a explayarse sobre las maniobras de una administración que cada vez es más endeble y rechazada desde todos los sectores.

"La situación se había puesto más complicada en general. Nos parece que era nuestra obligación mostrar una respuesta rápida. Estamos eliminando esas dudas lógicas que hubo en el último mes y medio, que eran cómo nos íbamos a financiar y a qué tasas", comentó.

Pero el momento príncipe de la exposición fue cuando Gómez Minujin le preguntó por qué no accedieron antes al Fondo (FMI).

Caputo respondió que cuando asumieron habían decidido "hacer una aproximación gradual al equilibrio fiscal" y agregó que "heredamos una situación política, económica y social que nos hacía muy dificultoso elegir otro camino que no fuera esta convergencia gradual. No estaban dadas las condiciones para hacer una convergencia mayor a la que estábamos haciendo. El mercado en ese momento sí financiaba ese gradualismo. Tal vez el Fondo nos hubiera pedido una mayor velocidad".

De alguna manera se entiende. El traspaso de recursos de las clases medias bajas a las elites empresariales lleva tiempo. Las quitas de retenciones, las condonaciones, la devaluación, los tarifazos, las reformas previsionales, laborales e impositivas y el resto de medidas regresivas y concentradas apuntadas al favorecimiento de las empresas no podían llevarse a cabo en un solo shock económico si la pretensión es que las reformas sean perdurables bajo un manto de cierta legitimación. A ese traspaso de recursos por el que el Estado argentino deja de percibir dinero en pos de beneficiar a las empresas estos muchachos lo llaman “desequilibrio fiscal”, algo así como gastar más de lo que se gana o tiene.

Y aquí viene la frutilla de Caputo en su triste exposición, donde llama “convergencia” al equilibrio fiscal:

"Hoy el mercado nos va a estar pidiendo lo mismo que el FMI y es lo mismo que queremos nosotros. Todos queremos llegar a la convergencia. Nos conviene más ir al Fondo porque aseguramos dos cosas: el financiamiento, que no está necesariamente asegurado en los próximos años, y a mejores tasas".



Alejandro Carnero

Comentarios