La visita de Macri a una París inundada por la crecida del el río Sena está plagada de ratas. Se cierran túneles y caminos mientras los museos redistribuyen sus obras de arte para salvarlas del agua. Además fracasa la propuesta del ingeniero del acuerdo Mercosur - Europa y sigue ofreciendo los atractivos turísticos argentinos como un vendedor de gafas en la playa.
A pesar de todos los gestos, deberes, exageraciones y promesas dirigidas a los dueños de Francia en el encuentro realizado en la sede del grupo banquero Rothschild, Macri vuelve a Argentina sin su quimérico anhelo de TLC (Tratado de Libre Comercio) entre el Mercosur y Europa: Emmanuel Macron ubicó en la realidad a Macri.
“Francia tiene la obligación de respetar el sector bovino y un acuerdo podría ser desestabilizador para ese sector excelente”afirmó Macron durante la conferencia conjunta con Macri, tras la reunión bilateral.
En vísperas de la reunión el mandatario francés visitó a los agricultores del centro del país para asegurarles que había “líneas rojas” que Francia no cruzaría:
“No podemos hacer acuerdos que favorecen a un actor industrial o agrícola a miles de kilómetros, que tiene otro modelo social o medioambiental y que hace lo contrario de lo que nosotros imponemos a nuestros propios actores”dijo Macron, mostrando una defensa de la economía de su país, algo que Macri desconoce.
Francia es el primer productor agrícola de la UE y el ingreso de carnes argentinas a menor valor podría generarle al país galo la pérdida de unos 30.000 empleos. Macron afirmó que “ni él ni su homólogo argentino tenían la capacidad de decidir”, sincerando que son los grandes grupos económicos los que toman las grandes decisiones.
Macri almorzó con empresarios en las oficinas del Grupo Rothschild a los que agradó con sus ofrecimientos: “El empresariado quería escuchar de boca del Presidente su compromiso con las reformas”, contó Olivier Pécoux, co-chairman del Grupo Rothschild, “escuchar definiciones directas de su boca es algo muy positivo”.
Del almuerzo participaron el Barón David René de Rothschild (presidente de los bancos Rothschild & Cie y NM Rothschild & Sons -hoy Rothschild Group- y del World Jewish Congress, entidad sionista global) los empresarios Alexandre Bompard (presidente de la cadena de supermercados Carrefour), Sven Boinet (vicepresidente del grupo hotelero Accor), Jean Paul Agon (presidente de L’Oréal), Serge Weinberg (presidente de la farmacéutica Sanofi) y Jacques Breton (vicepresidente de Arianespace, firma de tecnología de lanzamiento de cohetes). También escucharon a Macri Laurent Dassault (director de operaciones de Dassault Aviation, fabricante de aviones comerciales y de combate), Michaël Fribourg (presidente de Chargeurs, productora textil), Xavier Durand (presidente de Natixis, banco corporativo y de inversión), Simón Barceló (co-presidente de la cadena hotelera Grupo Barceló), Laurent Freixe (vicepresidente ejecutivo de Nestlé) y José Manuel González-Páramo (director ejecutivo del banco BBVA), Giovanni Castellucci (presidente de Atlantia, inversionista italiano en infraestructura vial), Jean-Louis Chaussade (presidente de la firma de servicios de agua Suez, a la que el Gobierno acordó pagarle un juicio por la estatización de Aguas Argentinas), Henri Popupart-Lafarge (presidente de la constructora de material ferroviario Alstom). Rothschild y Dassault comparten, además, la bodega mendocina Clos de los Siete.
El encuentro con los empresarios se realizó en el edificio del grupo Rothschild de la capital francesa y participaron el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet; el canciller Jorge Faurie; los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; de Agroindustria, Luis Etchevehere.
“Estamos ante un nuevo escenario político con el final de la era populista y decidimos hacer esto sin una crisis económica, con reglas democráticas. Eso nunca había pasado antes en Argentina”, dijo Macri, ¿reconociendo de alguna manera la participación de la oligarquía argentina en los golpes militares que terminaron con los anteriores “ciclos populistas”?
Señaló que esa situación es una respuesta “a que los cambios se dan de abajo hacia arriba y representan la gran diferencia con otros momentos de la Argentina”.
¿Qué ofreció Macri a los empresarios en Francia?:
La París visitada por Macri está inundada por la crecida del río Sena. Esta crecida provoca una invasión de ratas a la capital francesa.
Uno de los grandes temas fue la explotación de Vaca Muerta: “hemos lanzado el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta, donde hay una roca de enorme calidad para explotar”, indicó. Habló de “750 mil kilómetros cuadrados” que el país tiene para desarrollar la actividad minera e indicó que existen “enormes potencialidades” de explotación. Remarcó también las grandes perspectivas que ofrece la extracción de litio en las provincias del norte, un tema que ha sido explicado en una anterior nota publicada por KontraInfo.
A raíz de las inundaciones parisinas, los museos rescatan las obras de arte y las elevan de los niveles subterráneos para su conservación. También decretan cierre de calles y túneles.
“Esperamos una gran presencia de empresas europeas, americanas y asiáticas”, dijo Macri y señaló las ventajas del sistema de Participación Pública Privada (PPP) en el proceso de inversiones, algo que ya fracasó en España y en Gran Bretaña, donde se originó ese sistema de asociación que Macri tanto promociona.
La París visitada por Macri sufre la visita de una plaga de ratas acorraladas por la creciente del río Sena.
Además del acuerdo UE-Mercosur, en la agenda también estuvo la compra por parte de Argentina de cuatro patrulleros marítimos, un negocio de 300 millones de euros.
MACRI NO COMPRENDE LA REALIDAD
MACRI NO COMPRENDE LA REALIDAD
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