Macrilandia: La conferencia de los payasos PRO dirigida al FMI.



Si la vió, la oyó, leyó o se enteró de la conferencia de prensa armada por el gobierno PRO el 28 de diciembre (2017) quizá se haya preguntado sobre la necesidad de tal escenografía. Suponemos que no es la mayoría la que se pregunta cosas como estas. Suponemos que muchos ni se enteran o, de soslayo ven otra puesta en escena de un marketing cada vez menos soportable y creíble. Suponemos que la gran mayoría, alejada de la política, escéptica, ignorante del transcurso legislativo, judicial y de negocios, podrá ver un rasgo de preocupación, un gesto de trabajo ("se ocupan de la economía"), de transparencia (creyendo que plantarse frente a las cámaras a recitar sandeces es mostrar transparencia), o lo que las usinas mediáticas interpreten y mastiquen antes que el lector y televidente.

Nosotros nos preguntamos por la necesidad de semejante acting sin dejar de observar la sarcástica fecha del día de los inocentes (28.12.2017) donde las bromas de ingenuidad suelen prolongarse hasta terminar el día y atendiendo a la disparada del valor del dólar que en menos de cinco días trepó un 10% de su cotización provocando una nueva devaluación que no tardará en trasladarse a los precios.

Nos preguntamos sobre la puesta en escena del gobierno PRO sabiendo que todo ese armado de cámaras y discurso no venía dirigido a nosotros, ciudadanos padecientes de la actual administración. ¿Cuál sería el sentido de interpretar que el acting de los cuatro dirigentes PRO sentados a un mostrador frente a cámaras vendría dirigido a los ciudadanos para informarlos sobre una "recalibración" en las metas de inflación firmadas exactamente el día anterior en el presupuesto 2018? ¿A qué se debería ese desmesurado respeto protocolar que vendría a manifestar, además, una incompetencia o, cuando menos, un supino desorden en las cuentas públicas para no decir que el propio acting de recalibración convirtió en otro acting devaluado a la firma del presupuesto 2018 del día anterior en el Parlamento?

¿Cuál sería el sentido de esperar que funcionarios de este gobierno PRO hicieran correcciones públicas sobre sus pronósticos cuando desde su misma asunción no acertaron a ninguno de los pronósticos publicados y cuando un periodista se lo menciona a los cuatro jinetes PRO apostados ante cámaras, el Jefe de Gabinete responde en piloto automático a periodistas imaginarios que habrían hecho otras preguntas disferentes a la que acababa de oír?

No se trata de que son malos apostadores ni de cierta incapacidad para dirigir la economía según sus propias premisas. Ya sabemos que todos los anuncios económicos de este gobierno PRO salen a la luz sólo después de un elaboradísimo pasaje de filtros técnicos, comunicacionales y marketineros que terminan por darle forma a un discurso de acérrimo y tóxico edulcorante.

Pues bien. A quienes se preguntaron sobre la necesidad de semejante pantomima que además vino a denotar un flagrante error de cálculo a sólo 24 horas de haberlo firmado, para molestar la atención de una ciudadanía atenta a los vaivenes del fin de año (y al dólar de reojo) acá viene la respuesta:


A menos de un día de la conferencia de prensa encabezada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el "Gabinete económico" del Gobierno PRO, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó la evaluación de la junta de directores del organismo en el informe del artículo IV sobre la Argentina en la que le pidió a Macri hacer exactamente lo que se anunció horas antes.

El organismo hizo hincapié en reducir el financiamiento del Banco Central al Tesoro para "afianzar la independencia" de la autoridad monetaria y en apuntalar "la credibilidad del régimen de metas de inflación".



El informe se difundió un día después de que el Gobierno de Macri anunciara una "recalibración" de la política económica al aumentar las metas de inflación oficiales para los próximos años, un giro que reavivó el debate sobre la independencia del Banco Central y la credibilidad del esquema de metas de inflación implementado por Federico Sturzenegger.

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) el ritmo que le imprime el gobierno al ajuste es todavía moderado, por lo que recomienda que se aceleren los cambios en materia laboral, previsional y tributaria.

“La reducción del gasto público es esencial, especialmente en las áreas donde aumentó muy rápidamente en los últimos años, en particular los salarios, las pensiones y las transferencias sociales”

reclamó el organismo en su informe “Conclusiones de 2017”. El texto resalta las reformas que ya fueron aplicadas y llevadas a consideración del Congreso, las cuales son de su autoría y el gobierno las sigue a rajatabla como una especie de carta astral. Pese a que el equipo económico de Cambiemos reconoció que el esquema de metas de inflación volvió a fallar, el organismo multilateral aconsejó insistir y profundizar esa política para alcanzar el objetivo. De todos modos, ajustó, tal como lo hizo también el Gobierno, la meta de inflación para el año próximo (2018), pero lo hizo al 16,3 por ciento y no al 15 como se anunció anteayer. Para este año (2017) calculó que cerrará en un 23,6%. Además, elevó su estimación para el déficit de cuenta corriente del año próximo de 3,7 a 4,4% y el crecimiento económico lo previó en 2,5%.


Luego de una década de autonomía económica, producto de que en 2006 se le pagara al FMI la totalidad de la deuda, el país volvió a autorizar las revisiones de su economía por parte del organismo. Justificado como una concesión inocua a la independencia de la política argentina, el Gobierno PRO reactivó el año pasado (2016) esa relación. Rápidamente se convirtió en una subordinación de las iniciativas oficiales al visto bueno del Fondo. El esquema es el mismo para todos los países emergentes, se hace una auditoría y se utiliza ese insumo para aplicar las mismas recetas de siempre para ese tipo de economías, que implican ajuste y endeudamiento y generan crisis y pobreza. Sin embargo, Cambiemos comenzó a instrumentarlas antes de que les fueran recetadas.

“La remoción de los controles cambiarios, la modernización de la política monetaria, la resolución de la disputa con los fondos buitre, el retorno a los mercados internaciones de capitales y la corrección de las tarifas fueron los desequilibrios macroeconómicos más urgentes”

se regocija el informe del FMI, que ve cómo sus deseos son aún órdenes, pese a que el país todavía no tenga deudas con ese organismo. Resaltó la reconstrucción de las instituciones, las cuales, según dice, fueron fortalecidas “recobrando integridad, transparencia y eficiencia en todos los niveles de gobierno”. El informe fue redactado antes de que el Gobierno PRO forzase la votación de una Ley de Presupuesto para que horas después en conferencia de prensa sus funcionarios reconocieran que las estimaciones volcadas allí no eran alcanzables.

Ahora, estimado lector, usted ya se explica el por qué se hizo esa conferencia de prensa un 28 de diciembre por la mañana para desdecir lo que se firmara 24 horas antes. Espero no se haya desilusionado si es que, en algún caso, haya supuesto que los avisos iban dirigidos a usted a fin de cuidar su economía personal. Feliz día de los inocentes para este caso.

Y si se anima, estimado lector, revise de modo retrospectivo la cantidad de veces que el Gobierno PRO montó escenas similares y detecte a quienes fueron dirigidos sus mensajes. Entonces no sea maleducado y no se meta o inmiscuya en conversaciones que no le atañen.

Buenas tardes.

El informe completo del FMI, aquí.

ALEJANDRO CARNERO.

Comentarios