La historia vuelve a entrar en su retorno circular. Como en la década del 90 (gobierno neoliberal de Carlos Menem) ya se ven las consecuencias de la política económica adoptada por del gobierno PRO del empresario Macri. Hoy vamos a la provincia de San Luis.
Allí, asentada en la localidad de Concarán desde hace 30 años, una fábrica proveedora de la marca Puma (Herzo) deberá cerrar sus puertas porque "no pueden competir" con los precios de los productos importados que comenzaron a entrar al país desde diciembre (2015).
Así lo expresó Marcelo Iglesias, responsable de la planta, en una entrevista a un medio local: "La situación se empezó a complicar a partir de diciembre, cuando se abrieron las importaciones y todo lo que nosotros fabricamos ahora Puma lo trae de afuera, y los precios a los que eso entra al país hace que nosotros no podamos competir".
"No nos podemos sostener. Es triste. Vamos a cerrar una planta que tiene 30 años de funcionamiento y que le da de comer a 200 familias en el pueblo", añadió.
Cabe destacar que un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), marca que en el 79% de las industrias consultadas, la apertura de importaciones representa una amenaza para su empresa.
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