Macri: ¿Lavado de activos o participación encubierta en la empresa de Caputo?


Macri tiene el 30% de su capital invertido en su amigo Nicolás Caputo. En total son $18 millones. Queremos preguntar: ¿lavado de activos o ganancias encubiertas?

Macri sostuvo en su declaración jurada 2014 que al inicio del ejercicio tenía un préstamo con Nicolás Caputo de $9.939.806, en concepto de venta de activos. Esto es una acreencia a su favor. Al final del ejercicio, ese préstamo era de $12.961.163,48. Es decir que en un año, Macri ganó por prestarle a Caputo, principal contratista de la Ciudad, $3 millones. Esto representa un 30% de ganancia sobre el préstamo inicial.

¿Por qué no pensar que esa ganancia de 3 millones, que totalizaba a finales de 2014 una acreencia a favor de Macri, no es una participación encubierta en la empresa de su amigo Caputo?

A su vez, sobre el cierre del ejercicio 2014, Macri declaró un segundo préstamos a Caputo, (recordemos que esto es una acreencia a favor de Macri) por $5.604.703. En total, Macri tiene invertidos en Caputo $18.565.866, esto es el 30% del total del patrimonio del Presidente Mauricio Macri. Otro 30% de su capital está invertido en el exterior.

Algunas preguntas

Macri tiene depositado el 30% de su patrimonio total en concepto de un préstamo a Nicolás Caputo, ¿es una forma de blanquear activos que no puede justificar por su rol como (ex) Jefe de Gobierno o directamente es un accionista de Caputo SA.?

En 2014, ¿la empresa de Caputo presentó algún problema financiero económico que justificase que su amigo, el actual Presidente de la Nación le prestase algo de dinero? No fue el caso. Ese año, la constructora acumuló una ganancia neta (luego del pago de impuestos) de $65.647.805, un 169% más que en 2013. Es decir, la empresa de Caputo no andaba mal de recursos como para “necesitar” del préstamo de su amigo Mauricio Macri.

Por si quedara alguna duda, entre 2008 y 2015, el Gobierno de la Ciudad le entregó a Caputo contratos por $1400 millones. Entre los contratos más recientes, SES SA -sociedad que integra el conglomerado de sociedades de Caputo SA- fue adjudicada en abril de 2015 con la obra para la adecuación del Palacio Lezama (ex fábrica Canale) para nuevas oficinas del Gobierno de la Ciudad, por un monto total de $52,8 millones; para el mantenimiento de áreas verdes a través de una UTE junto a la empresa Mantelectric ICISA por $149,8 millones; y para el mantenimiento integral y limpieza del Hospital General de Agudos Dr. E. Tornú por otros $115 millones. Además, es dueño del 50% de la UTE encargada de construir el Metrobus.

Y para los incrédulos que pensaban que los negocios entre ambos amigos terminarían el 10 de diciembre, se equivocaron. A fines de enero de este año (2016), el gobierno de Mauricio Macri le adjudicó a la constructora de Nicolás Caputo la obra civil para la instalación del reactor nuclear RA-10. La firma recibirá del Estado $797 millones por llevar adelante la edificación. Las otras empresas que participaron en la licitación, la cual fue lanzada en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aunque recién ahora se terminó de definir el proceso de adjudicación, fueron Iecsa, de Angelo Calcaterra, y la constructora del Grupo Petersen, de Enrique Ezkenazi.

Iecsa, de su primo Calcaterra, también fue beneficiado con obra pública en los primeros cien días del Presidente “Mau”.

Otro dato relevante: Los $18,5 millones que Macri le prestó a Caputo equivalen al 30% de la rentabilidad del empresario en 2014. Con estos números a la vista, habría que preguntarle a Macri en concepto de qué le prestó semejante cantidad de dinero a Caputo o preguntarle al empresario cuál es la participación real de Macri en su conglomerado de sociedades.

Cálculo final.

Si se toma en cuenta el préstamo inicial de $9.939.806 y los $18.565.866 finales invertidos en Caputo, Macri amplió su capital invertido en su amigo en un 87%, que tranquilamente podría revelar una rentabilidad oculta para Macri gracias a su participación en la empresa de Caputo, vía un “préstamo personal”.

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