Macri elimina los controles sobre etiquetas de los productos de las empresas.


El gobierno anterior había establecido que las firmas de consumo masivo debían informar los cambios en el packaging de sus productos para evitar que fueran usados para encubrir aumentos de precios. La nueva gestión lo eliminó porque producía “distorsiones”.

En otro gesto a las empresas, el Gobierno macrista eliminó los controles sobre etiquetas de los productos, una regulación que había impuesto el ex secretario de Comercio Augusto Costa, para evitar manipulación de precios de los comerciantes. La medida regía desde octubre de 2015 para alimentos, bebidas, perfumería y artículos de limpieza doméstica, con el objetivo de evitar que las firmas con un simple cambio en los envoltorios pudieran remarcar los productos por arriba del valor de referencia pactado, por caso, en el programa de Precios Cuidados. El nuevo secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó que se elimina la regulación porque los controles estatales no incrementan la protección de los consumidores sino que producen distorsiones en la comercialización de los productos.

En la regulación vigente hasta ayer sobre el envoltorio de los productos vendidos en el mercado local se argumentaba que “los rótulos y etiquetas deberán someterse de forma obligatoria a un procedimiento de fiscalización ante la Dirección de Lealtad Comercial dependiente de la Dirección Nacional de Comercio Interior de la Subsecretaría Interior de la Secretaria de Comercio”. La idea era evitar, por ejemplo, que un sachet de leche de litro que debía venderse a 10 pesos en el programa de Precios Cuidados tuviera un valor muy superior por cambios menores en el envoltorio (y manteniendo el contenido), con los cuales el comerciante argumentaba que estaba ofreciendo un producto diferente al acordado con el Gobierno en el plan de precios de referencia.

Las nuevas autoridades de la Secretaría de Comercio, que ahora depende del Ministerio de Producción, afirmaron que las regulaciones eran ineficientes e impedían al correcto funcionamiento del mercado para la comercialización de los artículos. “El exceso de normas y procedimientos redundantes lejos está de otorgar mayor eficiencia a la defensa del consumidor, sino que, por el contrario, establece un sistema complejo que dificulta la comercialización de productos de manera innecesaria”, destaca la normativa que lleva la firma de Miguel Braun, quien además de ser el secretario de Comercio, es sobrino de los dueños de La Anónima, una de las cadenas de ventas minoristas con mayor poder de mercado en el sur del país.

En los considerandos de la norma se indicó que el contenido de rótulos y etiquetas recibe la verificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos Y Tecnología Médica (Anmat), por lo cual no es necesario duplicar tareas de control. “A los efectos de evitar tales situaciones (la duplicación de controles), es que deben compatibilizarse las competencias entre los diferentes organismos a efectos de alcanzar una visión integradora del ordenamiento jurídico para lograr coordinar y alcanzar los propósitos que se persiguen”, detalla la medida. Pero lo cierto es que las autoridades del gobierno anterior tomaron la decisión de imponer esta doble regulación para evitar las “reiteradas avivadas de los comerciantes” que afectaban la capacidad de compra de la población con estrategias de precios poco transparentes.

La lógica del poder ejecutivo que entorna a Mauricio Macri respecto del cuál es el rol qué debe cumplir el Estado para garantizar el bienestar de los consumidores es diametralmente opuesta a la que impartían los funcionarios de la anterior gestión. Al momento de lanzar los controles, el ex secretario de Comercio Augusto Costa afirmaba que “es necesario reforzar la regulación de este tipo de conductas (con el packaging) esconden incrementos injustificados de precios. Desde el primer día que asumimos advertimos a las empresas sobre la situación. Hay muchas avivadas que perjudican al consumidor. Todas las empresas saben de qué se trata esta resolución. Lo único que pedimos es que distingan de manera razonable los nuevos productos”.

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