Tercer viernes de Ruidazo contra tarifazos de Macri.


Por tercer viernes consecutivo, miles de porteños cortaron anoche las avenidas Rivadavia, Corrientes, BeiróCabildo, Alberdi, TriunviratoChiclanaLope de Vega y San Juan, entre otras, para protagonizar un nuevo “ruidazo” por los padecimientos derivados de las políticas implementadas por el gobierno PRO encabezado por el empresario Macri. También hubo manifestaciones multitudinarias en provincia de Buenos Aires (Berazategui, Lanús, etc).

“Chalecos amarillos de Argentina. Autoconvocados sin bandera partidaria”, explicaba una gran bandera amarilla que sostenían hombres y mujeres con los mismos chalecos que los aguerridos manifestantes franceses en la esquina de Acoyte y Rivadavia. De fondo se alternaba el ya tradicional MMLPQTP como el menos usual “fuera, fuera, fuera Macri fuera”. “Macri son un fracaso como presidente. La inflación es un cáncer. Sos un inepto, le mentís a la gente”, se expresa un vecino desde su cartel. “Nos sacaron el Fútbol para Todos para hacer 3000 jardines. ¿Dónde están?”, indaga otro.


“Esto no tiene retorno, este país desaparece, no hay otra que salir a la calle ya que el lugar del pueblo es la calle”, advierte un hombre a un movilero de TV. “¿Qué más hay que esperar? ¿Qué se sigan muriendo más viejos? Lo que estos tipos no calcularon es que no van a poder salir a la calle, porque son una manga de delincuentes y quienes los defendieron no los van a defender. Macri y sus secuaces se van a escapar a vivir afuera, pero los que se queden no van a poder ir ni al supermercado porque la gente los condena. Este gobierno es la estafa más grande de nuestra historia”, completa.

Masivo ruidazo en Morón (Provincia de Buenos Aires).

“Trabajé treinta años en el Correo y cobro 9000 pesos de jubilación. Cuando vino el padre de este señor (en referencia a Franco Macri) nos robó el Correo, me tuve que retirar en el ‘94 y me tienen que ayudar mis hijos porque no puedo sostenerme con 9000 pesos. Tuve un infarto hace tres meses y gasto 3500 pesos de remedios. El pueblo tiene que salir a defender lo que hicieron nuestros padres y abuelos, este señor se equivocó totalmente”, dice un hombre en la esquina de San Juan y Boedo.

“Cobro 9000 mangos y pago 3500 de expensas, más los medicamentos y las tarifas… Me alcanza porque me ayudan mis hijos, con la jubilación sola no podría. Tenemos que tener una jubilación digna que nos permita vivir”, explica un hombre mayor. 

“Soy docente en una escuela de comercio, me convoca el cierre de las escuelas nocturnas, porque nos quedamos sin trabajo y los chicos sin vacantes, y los tarifazos, porque no nos alcanza la plata, ni a ellos ni a nosotros”, explica una mujer. “Si no se deroga esa resolución de la Ciudad es un hecho que las secundarias no empezamos las clases. Están en juego el derecho a la educación y al trabajo”, agrega.

El movimiento de los ruidazos, representativo de las clases medias y medias bajas, va subiendo en convocatoria y conocimiento de red a pesar del encubrimiento de los medios masivos cómplices de la gestión PRO.

La lenta reacción de la sociedad y de este sector (clase media) en particular es resultado de la exitosa estrategia gubernamental de subsidiar a las organizaciones sociales con capacidad de movilización liderada y ordenada a modo de rehén para que no copen las calles y plieguen al resto de la población.

En este marco y en conjunto con el empoderamiento de las fuerzas policiales y un amplio derrame de la actividad de inteligencia en los principales focos urbanos, la clase media queda muy sola y desorganizada en la manifestación popular que, sin embargo, va creciendo.
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