Fuga de capitales en 2018: 27.320 millones de dólares.


El Banco Central informó que el año pasado hubo record de fuga de divisas, por casi 6 puntos del PIB, superando el máximo anterior del año 2008. Si bien en el último trimestre la salida se moderó, en diciembre volvió a tomar ritmo.

La fuga de capitales se elevó a 27.320 millones de dólares en 2018. Se trata del monto neto entre compra y venta de moneda extranjera del sector privado. La cifra es récord de los últimos años, al superar a la de 2008 (23.098 millones) y equivale a casi 6 puntos del Producto Interno Bruto.

La fuga de capitales registró picos mensuales hasta el tercer trimestre (2018), cuando la fuerte devaluación y la suba de tasas terminó moderando el monto de divisas atesorado por el sector privado. Pero la relativa estabilidad cambiaria de diciembre, con el tipo de cambio en torno de 38 pesos, volvió a despertar el interés por la dolarización. El informe cambiario del Banco Central difundido ayer registró que hubo 980 mil clientes que adquirieron divisas el mes pasado, unos 100 mil clientes más que en noviembre. Se redujo, por su parte, la cantidad de personas que hicieron ventas de divisas para aprovechar las ventajas cambiarias. Hubo unas 570 mil personas ofreciendo dólares, contra las casi 700 mil de noviembre. La compra neta de dólares en diciembre fue de 862 millones, cuando en noviembre la cifra era la mitad (408 millones de dólares), aunque en el mismo mes del año anterior había llegado a 2700 millones.

La fuerte salida de divisas de la economía no fue sólo por atesoramiento de privados. El turismo fue otra de las fuentes del rojo externo en 2018. En el balance cambiario de la entidad a cargo de Guido Sandleris se precisó que el año pasado hubo un déficit de 6800 millones de dólares por viajes y compras con tarjeta en el exterior de la población.

En diciembre el rojo del sector turismo fue de 313 millones de dólares, con un retroceso interanual del 49 por ciento. La cifra estuvo además por debajo del déficit mensual promedio anotado a lo largo de 2018. Esta menor salida de dólares se explica por el efecto del alza del tipo de cambio, que elevó el costo de hacer turismo en el exterior. El ejemplo claro se observó en los viajes a Brasil. Este verano se anotó un retroceso del 70 por ciento de los individuos que viajaron a las playas brasileñas.



En diciembre (2018) la dolarización no sólo volvió de la mano de los clientes particulares. En el documento del Central se precisó que los bancos incrementaron la posición general de cambios (es decir, su tenencia de activos dolarizados) en 1597 millones de dólares y la ubicaron en 6576 millones de dólares.

Las entidades bancarias, si bien obtuvieron en los últimos meses importantes ganancias con las Leliq, empezaron a aumentar su nivel de activos en moneda extranjera por factor refugio. Los fondos de inversión también decidieron dolarizar parte de sus inversiones. Diciembre fue el noveno mes consecutivo en que se anotó salida de capitales netos por inversión de cartera. La salida neta por el desarme de posiciones en pesos se ubicó en 650 millones.

El Banco Central celebró la suba de las reservas internacionales en 2018. “Las reservas aumentaron 14.613 millones de dólares, para finalizar en diciembre en 65.806 millones”, detalló.

Estas cifras fueron posibles, a pesar de la fuerte salida de capitales y la corrida cambiaria, gracias a los préstamos del Fondo Monetario, del Banco Central de China y de otros organismos. “En diciembre se destacó el ingreso del swap de monedas con China por 8700 millones de dólares”, precisó la entidad. Agregó que “se registró también el desembolso del tercer tramo del crédito stand by acordado con el FMI por 7640 millones.

Hubo además ingresos netos por 1000 millones de dólares con otros organismos internacionales”. El año pasado el Banco Central perdió una gran cantidad de reservas por intervenir en el mercado cambiario. La entidad no fue exitosa y debió recurrir a divisas extras, principalmente del FMI. La autoridad monetaria no pudo comprar divisas en forma genuina en todo el año y el incremento de reservas se explicó únicamente por el aumento de la deuda en moneda extranjera.

El nuevo programa monetario aplicado a partir de octubre limita la capacidad del Central para volver a participar en el mercado cambiario. El Fondo no quiere repetir los errores de 2018 y prácticamente eliminó el margen de la autoridad monetaria para salir a comprar y a vender divisas.

El Central, por caso, sólo puede adquirir hasta 50 millones de dólares diarios para intentar volver a ubicar el tipo de cambio en la zona de no intervención. Por mes no puede comprar más de 1000 millones de dólares. Se trata de una cifra muy reducida si se tiene en cuenta el volumen total de compraventa en la plaza cambiaria. Si tiene que vender porque se produce una corrida, solo puedo hacerlo con hasta 150 millones por día, cuando el año pasado hubo jornadas en las que el mercado llegó a demandar 1500 millones en un día.

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