Revancha de clase: Amado Boudou defiende su inocencia ante la justicia PRO.


El ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, reiteró su inocencia en la causa por negociaciones incompatibles en la que la Unidad de Información Financiera actúa como querellante y pidió penas de hasta seis años de cárcel y detención inminente para él y su socio José María Núnez Carmona.

En sus últimas palabras antes de conocerse la sentencia en la causa Ciccone, Boudou afirmó que “jamás” negoció “el 70 por ciento del paquete de Ciccone” y remarcó que “el supuesto del cohecho no tiene asidero porque no existió”.

“En este juicio oral muchas cosas quedaron aclaradas y desbaratadas. No hay ninguna prueba porque el cohecho no fue, no existió”, dijo.



Para el ex ministro de Economía detrás de esta causa “hay una cuestión de revancha de clase” y se quejó porque según él, lo que busca la Justicia es “aleccionar para que nadie se atreva a cambiar las cosas”. En este sentido, sostuvo que “los políticos que intentan transforman la realidad son perseguidos”.

“Quiero dejar este testimonio para los jubilados, los chicos y chicas de los planes y los que recibieron las computadoras. Para todos y todos que me votaron y los que no me votaron que la única verdad es la realidad”, concluyó.

REVANCHA DE CLASE
(Artemio López)

Tal como afirmara Eduardo Barcesat: "Asistimos a un derrumbe del Estado de Derecho y de la institucionalidad, que es necesario informar. Estamos ante una situación asqueante, el Congreso aprobó el memorando con Irán que dió lugar a una causa ficcional". "Estamos ante una persecución política, donde el Poder Judicial se convierte en una dependencia jurisdiccional del Poder Ejecutivo”.

Es así y se trata de una modalidad tradicional de los Estados que son garantes y reproductores de políticas neoliberales como las que despliega el gobierno que preside Mauricio Macri, como bien señalara Cristina Kirchner, el verdadero decisor de las estrategias de persecución jurídica, mediática y represiva sobre la oposición política, social y sindical vía encarcelamiento sin condena previa y violando elementales derechos y garantías.

Casi todo se ha dicho respecto a las características de las actuales políticas de ajuste. Desde la columnas de PERFIL y a días de asumido el gobierno de Cambiemos señalamos que se llevará adelante con gran determinación el ajuste que mayor daño social imprimiría desde la recuperación democrática.

Todo ha concurrido para dar consistencia a esa afirmación que muchos consideraban “apresurada”, ya que según muchos “analistas”, estábamos en presencia de una “nueva derecha democrática” incluso con veleidades heterodoxas en su mirada económico-social.

Obviamente quedó claro con el correr de los meses que semejante caracterización era un absurdo propalado por los aparatos de prensa oficialistas (la mayoría absoluta) y hasta algunos medios opositores, que dieron lugar a esta nominación de “derecha democrática” para el macrismo y sus prácticas estatales, y lo hicieron con furia sagrada, como si como si se tratara no de un brulote conceptual sino de un gran descubrimiento de la teoría política contemporánea.

En fin, hay un punto con el que quisiéramos cerrar esta breve columna: Frente a los privilegios oligárquicos arrebatados y los derechos populares conquistados durante los tres gobiernos kirchneristas, asistimos hoy a una típica revancha de clase que modela las prácticas generales del aparato de Estado en manos del macrismo – y los sectores sociales que representa - , en particular la modalidad represiva específica estatal que escala al asesinato político sin prisa ni pausa.

Al respecto fue Rodolfo Walsh el que mejor caracterizó el comportamiento estructural del aparato de Estado cuando es dirigido como hoy ya sin mediaciones por los sectores del poder gran económico:

“Dentro del sistema, no hay justicia. Otros autores vienen trazando una imagen cada vez más afinada de esa oligarquía, dominante frente a los argentinos, y dominada frente al extranjero. Que esa clase esté temperamentalmente inclinada al asesinato es una connotación importante, que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos”.



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