Macri lo hizo: Cablevisión (Clarín) se fusiona con Telecom.


Así como una de las primeras medidas del gobierno de Carlos Menem en 1989 fue el permiso para que Grupo Clarín se hiciera de Canal 13 y Radio Mitre, una de las primeras medidas del gobierno encbezado por Macri en 2015 fue la anulación de la ley de medios (leyde servicios de comunicación audiovisual) que procuraba evitar los monopolios mediáticos en pos de su necesaria democratización.

En este marco, el Grupo Clarín, factor fundamental en el triunfo electoral de Macri en 2015, empieza a formalizar sus proyectos y anuncia la fusión de las estructuras societarias y operacionales de Cablevisión S.A. y Telecom Argentina para constituir una nueva compañía que brindará el servicio conocido como cuádruple play (telefonía fija, telefonía móvil, tv por cable e internet).

Así, retrocediendo de modo drástico en la democratización de los medios de comunicación y alejando cada vez más la posibilidad y la necesidad de regular el mercado comunicacional por vía constitucional, el gobierno de Macri devuelve las atenciones del Grupo Clarín y deja crecer el monopolio mediático (información y telecomunicaciones) hacia una concentración sin precedentes.

La flamante fusión ostenta el 42% del mercado de telefonía fija, el 34% de la telefonía móvil, el 56% de las conexiones a Internet por banda ancha fija, el 35% de conectividad móvil y el 40% de TV paga. Traducido a consumidores: 4 millones de abonados de banda ancha, 3,5 millones de clientes de TV paga, 4 millones de clientes de telefonía fija y 20 millones de telefonía móvil, si se contabilizan los usuarios que una y otra empresa poseen en la actualidad.

Ambas operadoras generarán una facturación que, a finales de este año, podría superar sin inconvenientes los $80.000 millones. En 2016, Cablevisión (que vale más de u$s 6000 millones) tuvo ingresos por más de $30.500 millones, mientras que Telecom (que vale u$s 5000 millones) orilló los $40.000 millones.

El Grupo Clarín, dueño de Cablevisión S.A., es además el mayor editor de diarios del país, propietario de radios líderes en AM (Radio Mitre) y FM (La 100) y de una de las cadenas de televisión abiertas más importantes (El Trece), además de ser accionista en Papel Prensa SA, la Agencia DyN y poseer señales de TV paga.

El Grupo gestiona la (descontada) aprobación oficial a través de del ente gubernamental de Comunicaciones (ENaCom) para que el 40% de las acciones de la nueva empresa queden en manos de Fintech, el 33% en manos del Grupo Clarín y el 27% restante a cotizar en bolsa.

Tras más de un año de desmentidas oficiales, Cablevisión Holdings y Telecom, cuyos accionistas son los grupos Clarín y Fintech (David Martínez) anunciaron la fusión el viernes 30 de junio (2017). Clarín y Fintech ya son socios en Cablevisión Holdings (del cual Clarín tiene el 60% y Fintech el 40% restante) mientras que Telecom ha sido en el último año y medio -gracias al aval del gobierno argentino- controlada en su totalidad por la compañía que representa David Martínez.

En los términos en que se difundió, la fusión Telecom + Cablevisión coloca al Grupo Clarín en una situación inédita, pues será accionista minoritario en una apuesta estratégica por primera vez en su historia. Sin embargo, es prematuro aún para saber quién oficia de “punto” y quién es “banca” en esta operación.

La fusión expresa un hito en la concentración de los mercados de información y comunicación de la Argentina y supera todos los niveles previos, que ya eran elevados y que serían motivo de intervención de autoridades de defensa de la competencia en cualquier país europeos o de América del Norte.

El gobierno argentino desguazó desde diciembre de 2015 las regulaciones previas (en particular aquellos artículos que habían merecido un atento examen de la Corte Suprema de Justicia y que en 2013 fueron declarados plenamente constitucionales, referidos a los límites a la concentración de la propiedad de medios) a través de decretos y resoluciones unilaterales que contravienen a su vez la declarada intención de establecer reglas republicanas estables y duraderas para un sector que suele esgrimir la inseguridad jurídica como pretexto para justificar los bajos niveles de inversión, la mala calidad de los servicios y la tendencia a la cartelización. Si Fintech ya violentaba los términos del DNU 267 suscripto por Macri al inicio de su mandato, el nuevo conglomerado fruto de la concentración entre Telecom y Cablevisión demandará un nuevo rediseño regulatorio a la medida por parte del gobierno.



La versión de la eventual fusión entre ambas compañías circuló en el mercado con fuerza desde el momento en que comenzó el Gobierno de Macri. El ingeniero era la condición necesaria para que este monopolio pueda efetivizarse.

A los pocos días de asumir Macri emitió el decreto 267/2015 de reforma del mercado de las telecomunicaciones en donde, básicamente, echó por tierra con disposiciones de la ley de medios 26.522, que ponía límites de licencias y de participación a los operadores.

De ese modo, el Grupo Clarín ya no tuvo la obligación de escindirse en seis unidades, tal como se había previsto durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

La fuerte disputa que mantuvo el Grupo Clarín con el Gobierno K desde 2008 en adelante se debió, justamente, a los términos del eventual avance que, en ese entonces, pretendía hacer el multimedios sobre la empresa de telefonía.

Al mismo tiempo, se aprobó la compra de Nextel por parte de Cablevisión, y también el ingreso de Fintech a Telecom como accionista mayoritario en remplazo de Telecom Italia. Hasta ese entonces, era obligatorio que una "telco" fuera la controlante principal de una empresa de este tipo.

Hace un año, Cablevisión adquiría, a su vez, a las cinco empresas que le permitirían hacerse de espectro para ingresar en la telefonía 4G. Fue cuando pagó u$s140 millones por la adquisición de Skyonline, Netizen, Callbi, Trixco e Infotel, con las que accedió a bandas de 2,5 GHz, asignadas para dar servicios fijos de Internet.

Este año (2017), y producto de un proceso de reatribución (refarming) de esas frecuencias, el Enacom, a cargo de Miguel de Godoy, habilitó a Cablevisión a utilizar esas bandas para proveer telefonía móvil 4G.

El acuerdo previo de fusión entre Telecom y Cablevisión termina de cerrar una etapa que el Grupo Clarín quería concretar desde el año 2006.

"Cuando nuestra posibilidad de explorar una inversión en Telecom Argentina volvió a estar en nuestros análisis de estrategia luego de la fusión de los cables", describe el propio Héctor Magnetto en su libro "Así lo viví".


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