Revelan que Odebrecht aportó a la campaña de Macri y lo vinculan con el despido de Balbin.


El ex procurador del Tesoro estaba investigando la ruta de las coimas de la multinacional brasileña.

La lectura de los medios este domingo no debe haber sido agradable para el presidente Macri. El diario La Nación publicó una investigación que sostiene que la multidenunciada Odebrecht aportó dinero a la campaña presidencial de Macri, a través de Braskem SA, una de sus controladas.

El dato es muy significativo porque ya son muchos los eslabones que vinculan al presidente con la multinacional brasileña: El supuesto pago de coimas en una cuenta en Suiza de su amigo Gustavo Arribas, desestimado por el cuestionado juez federal Rodolfo Canicoba Corral, pero apelado en duros términos por el fiscal Delgado.

Y luego, la denuncia de otro ejecutivo arrepentido -fueron más de setenta los que se acogieron a ese beneficio- que confesó el pago de coimas millonarias al primo del presidente, Angelo Calcaterra, por entonces dueño de la constructora familiar Iecsa, a cargo de la obra del soterramiento del Sarmiento, que requería la colaboración de la Ciudad que administraba Macri.

Cuando Macri realizó meses atrás una visita de Estado a Brasil, le solicitó tanto al gobierno de Michel Temer como a la Corte Suprema que le faciliten toda la información que poseían sobre el capítulo argentino del caso Odebrecht. El pedido llamó la atención, pero no fue respondido.

Odebrecht pagó 500.000 mil pesos por una mesa en la cena para juntar fondos para la campaña de Macri, pero lo hizo bajo la firma Braskem de manera de pasar desapercibida.

Lo mismo requirió el gobierno de Macri a la justicia de Estados Unidos, que llegó a un acuerdo con los directivos de la multinacional brasileña y tiene declaraciones selladas con la ruta de las coimas que pagaron en todo el continente.


La campaña de Macri recibió $500.000 de Braskem Argentina SA, empresa controlada por Odebrecht que también admitió prácticas ilegales y sobornos ante la Justicia de Estados Unidos. El aporte figura en el balance del PRO del 2015 porque la empresa pagó los cubiertos de toda una mesa en la cena de recaudación de fondos que organizó Cambiemos en marzo de ese año.

"La donación es totalmente legal. Es una más entre los 2000 empresarios que vinieron a la cena. No existe ningún tipo de incompatibilidad ni nada espurio detrás del aporte. Tampoco había ningún vínculo contractual entre la empresa y la ciudad de Buenos Aires (administrada en ese momento por Macri)", se defendió José Torello, apoderado del PRO y jefe de asesores del Presidente.

Braskem es la compañía del holding Odebrecht para el mercado petroquímico y tiene una filial en la Argentina. El gigante brasileño utilizó la estrategia de hacer figurar el nombre de esta firma controlada de bajo conocimiento público para evitar exponerse públicamente e incluso, no enviaron a sus principales ejecutivos a la cena.

La obra del soterramiento del Sarmiento que costará más de u$s 3.000 millones sigue en manos de Iecsa y la brasileña Odebrecht y hasta ahora el presidente Macri no ha considerado quitársela a la brasileña, como si han hecho otros presidentes de la región como Enrique Peña Nieto con obras similares, ante el megaescándalo de la brasileña.

Esto pese a que el Decreto 1023, firmado por Fernando de la Rúa el 13 de agosto de 2001, dispone bajo el título Anticorrupción que se puede rescindir un contrato si hubo pago o incluso ofrecimiento de coimas.

La obra del Sarmiento fue adjudicada por Julio de Vido durante el kirchnerismo. No es un secreto que el ex ministro era el vínculo más sólido con los macristas Calcaterra y Nicolás "Nicky" Caputo y de hecho, aún hoy el macrismo se cuida de atacarlo o denunciarlo.

En este caso, el capítulo que golpea a Iecsa forma parte de un cerco que empieza a cerrarse y que tiene vinculación con los Panamá Papers y estalló por una explosiva revelación del diario brasileño Estado de San Pablo

El diario difundió información proveniente de correos electrónicos y anotaciones que surgieron de un back up de la computadora de uno de los ejecutivos de Odebrecht en la Argentina, Mauricio Couri Ribeiro, confiscados por la Policía Federal de Brasil.

Allí aparece el nombre de Javier Sánchez Caballero, como el hombre de Iecsa para negociar el pago de las coimas.

En la declaración ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht reconoció haber pagado coimas por u$s 35 millones en la Argentina, pero fuentes de la construcción afirmaron que sería mucho más. "Odebrecht ganó obras en el país por 5.000 millones de dólares y la coima habitual en el negocio es un 10 por ciento, así que estamos hablando de un piso de 500 millones de dólares", explicaron.



En el artículo de Estado se informa que en el acuerdo de colaboración que Odebrecht firmó con la justicia de Estados Unidos, la multinacional "confirmó que pagó coimas relacionadas con la obra del soterramiento del Sarmiento" y "fueron entregados sobornos relacionados con la empresa Iecsa del primo de Mauricio Macri".

La investigación revela cinco mensajes vinculados al pago de sobornos en Argentina y en uno de junio de 2010, se menciona una reunión con Sánchez Caballero. Allí aparece la frase "DGI's-Contacto Directo". Los directivos de Odebrecht usaban el código "DGI" para referirse a los sobornos. La misma sigla se repite en otros mails, como el que se titula "Reunión Sarmiento" e indica tres "DGI" por distintas etapas de la obra por un total de 20 millones de dólares.

En ese correo electrónico también se menciona a Lourenço Ghella, de la multinacional italiana, socia de Iecsa en la obra del Sarmiento y antes de eso en la ampliación del viaucto de Juan B. Justo, que se concretó durante la administración porteña de Macri.

La conexión Correo y la renuncia de Balbin

En los documentos revelados por el diario brasileño también se menciona a Manuel Vázquez, cajero del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien se encuentra detenido por diversos casos de corrupción en la importación de trenes obsoletos de España.

En los mails que publica el diario brasileño se informa que en febrero de 2010 Vázquez le reclamó a Couri Ribero -que era el principal gerente de Odebrecht en la Argentina-el pago de una coima de 80 mil pesos. El gerente de Odebrecht se comunicó entonces con otro ejecutivo, Fernando Migliaccio, para destrabar el pago. Este empresario es la punta que une el caso del Soterramiento con el escándalo del Correo.

Migliaccio es clave y su testimonio puede ser explosivo. Fue detenido en Suiza y actualmente colabora con la justicia brasileña.

Balbin junto a Macri cuando tuvo que presentar su renuncia.

En octubre de 2010 Odebrecht ordenó a Migliaccio comprar el banco austríaco Meinl, con sede en el paraíso fiscal de Antigua y Barbuda. Fue a través de esa institución que Odebrecht compró buena parte de la deuda que tenía el Correo Argentino S.A. con otros tres bancos -entre ellos el Banco Galicia- y se presentó como acreedor por 400 millones de pesos para convalidar la propuesta del Grupo Macri en la audiencia judicial en la que se acordó una quita del 98,87 por ciento, luego dejada sin efecto ante el escándalo público.

El caso Odebrecht en la Argentina está fragmentado en una serie de causas, que a medida que trascienden nuevos testimonios empiezan a confluir. Las coimas por el Soterramiento, los giros a cuentas en Suiza de Arribas, las coimas a Jaime, los Panamá Papers y la utilización del estudio Mossack Fonseca para pagar sobornos en todo el continente.

El sitio de la ex legisladora Gabriela Cerrutti reveló que el despedido procurador Carlos Balbin -sin que mediara ninguna explicación pública del Gobierno-, había firmado una crítica auditoria sobre polémico acuerdo alcanzado entre el gobierno y el Correo de la familia Macri.

La falta de un pronunciamiento de la Procuración del Tesoro en un juicio del Estado que alcanzaba miles de millones fue en su momento uno de los principales cuestionamientos a la administración Macri.

"Balbin estaba investigando tres casos muy incómodos para el Gobierno cuando fue forzado a renunciar: Odebrecht, Correo y la compra de tierras del billonario amigo de Macri, el inglés Joe Lewis".

La nota revela además, que la Procuración se encontraba investigando las coimas pagadas por Odebrecht en Argentina, vinculadas al soterramiento del Sarmiento en conjunto con la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA) que conduce el fiscal Sergio Rodríguez.

El mismo sitio reveló que Balbin cuestionó la polémica venta de tierras en Lago Escondido al billonario inglés Joe Lewis, amigo personal de Macri y financista de Marcelo Mindlin. El dueño de Pampa Energía semanas atrás compró Iecsa a Calcaterra.

Joe Lewis es el mayor inversor de Tavistock Group, un conglomerado de más de 150 empresas en diversos países y que es cuestionado en la Argentina por cerrar el paso al lago a los pobladores locales. En su mansión en esa zona, Macri fue de vacaciones junto a Juliana Awada y hasta utilizó el helicóptero del empresario.

Ahora se sabe que el despedido Balbín intervenía en tres investigaciones muy incómodas para el Gobierno: Correo Argentino, Joe Lewis y Odebrecht. En su lugar el Gobierno nombró al abogado Bernardo Saravia Frías, que tiene entre sus clientes al Grupo Macri.

FUENTE: LA POLITICA ONLINE

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