El insólito manual del timbreo de Cambiemos que destaca la mejora económica.


El frente Cambiemos hará hoy (17.12.2016) el último timbreo nacional del año con una insólita bajada de línea del Ejecutivo que destaca mejoras de la economía, que los propios referentes del Gobierno reconocen que todavía no existió.

La propia vicepresidenta, Gabriela Michetti, dijo la semana pasada que “la crisis que tenemos es grave” y que "hay un retraso de dos o tres meses" respecto a lo que el oficialismo pensaba que iba a suceder en términos de recuperación económica.

Sin embargo, los equipos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, elaboraron un manual para bajar línea a los dirigentes y militantes de Cambiemos que irán al timbreo en el que se destaca que el Gobierno “normalizó” la economía.

“Ahora nuestro país avanza hacia una economía normalizada”, dice el manual que se cuida de mencionar las palabras reactivación o crecimiento. Lo notable es que tras un año durísimo que agravó la recesión con récords históricos de caída de la industria y la construcción, Cambiemos haga el esfuerzo de tratar de hacer campaña con ese aspecto de su gestión.

De hecho, hasta analistas internacionales favorables al gobierno de Macri en los últimos días han reducido drásticamente su pronóstico de recuperación para este año, que estiman terminará con la economía cayendo al menos un 2,4% del PBI.

El propio líder de Techint, Paolo Rocca, afirmó el lunes por la noche en el programa de Carlos Pagni que Argentina "necesita de manera urgente volver a crecer".

Nada de esto mella el optimismo de los equipos de Cambiemos que en su manual proponen destacar en los encuentros con la gente que desde que Macri asumió el Gobierno “el mundo nos abrió sus puertas, en lo que va del año hay 25 destinos nuevos para exportar los productos del campo argentino y ya estamos recibiendo a empresas que vienen a invertir o a fusionarse con emprendimientos locales para unir y potenciar nuestras habilidades”.

El guión que deberán repetir los funcionarios destaca además que el Gobierno “unificó el tipo de cambio y llegó a un acuerdo con los holdouts, poniendo fin al default y generando vínculos confiables con los demás países para atraer inversiones, financiamientos y oportunidades de empleo para muchos argentinos”.

Lo que la actual adminsitración destaca como "logros" datan prácticamente de las primeras semanas de gestión. Este es un problema grave del Gobierno de Macri que sale en los focus group a los que son adictos en el PRO: Cuando se le pregunta a la gente por logros de la actual gestión, todos mencionan esa lista del inicio del mandato, luego no se recuerdan buenas noticias.

El timbreo es una tradicional y muy básica práctica de campaña que Marcos Peña naturalizó como una actividad más del Gobierno, convencido de sus beneficios políticos. No todos comparten ese diagnóstico, como dejó en claro el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, cuando dijo que sino se recuperaba la economía: "Más que timbreo vamos a tener que hacer ring-raje"; o más rústico el peronista José Luis Gioja que trató al presidente de "boludo" por dedicarse al timbre en vez de gobernar. Luego se disculpó.

Luego en un plano más institucional, el manual le pide a los funcionarios que destaquen el "cumplimiento" de la promesa de campaña de “ser un gobierno que dialogue con todos los sectores y que no considere enemigos a aquellos que disientan con él”. Curiosa elección, justo en la misma semana en la que Macri, furioso por la derrota por Ganancias, acusó a Massa de ser un “impostor”, un concepto que repitió esta mañana en la reunión de gabinete ampliado que se realizó en el CCK.

Los discursos y la remanida retórica de la administración PRO se hizo insoportable y, sobretodo, se distancia al polo opuesto de la realidad que tratan de empañar y disimular los medios corporativos y monopólicos cogobernantes.

En esta sintonía, casi autista y monotemática manejada por el Jefe de Gabinete Marcos Peña, el equipo de marketing sacó a publicidad "100 objetivos de gobierno", algo que se torna insólito e increíble cuando se contrasta con los efectos producidos por la política de la actual administración.

No son locos, ni esquizofrénicos ni enajenados. Este ejército de marketing elabora sus discursos dirigidos a una mayoría apolítica, desinformada y voluble que, tras la red contenedora de los medios monopólicos, repite a boca de jarro y consume basura de oído. Es el sector de población que, según el encuestador Durán Barba, aporta votos a un partido como el PRO.

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