Y finalmente, el primer día hábil de 2016, 4 de enero, Clarín
obtuvo su pago: la disolución de la Ley de Servicios de ComunicaciónAudiovisual (26.522). Incluso brindaron en festejo la noche de fin de año, puesto que el
Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 267/2015 ya había sido firmado por
Mauricio Macri (de vacaciones en Villa La Angostura) y recién publicada después
del brindis en el Boletín Oficial.
Es notable que, como otra de las tantas medidas
estructurales y de fondo tomadas en el vértigo decretal del nuevo gobierno, la dilución
de la ley fundamental de protección de la libertad de prensa (firmada con la
aprobación de las dos cámaras del Congreso de la Nación) haya pasado
desapercibida a la sombra de las múltiples operaciones de prensa y blindaje
noticial llevados a cabo por el mismo grupo monopólico mediático.
El día 1 de gobierno de Mauricio Macri (11.12.2015) llegó
con la novedad de 29 Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) donde se plasmaron
los nombramientos de los primeros funcionarios y, entre ellos, una nueva
organización dada en 20 ministerios (DNU 13/2015). Allí, en la llamada “Ley de
Ministerios”, se crea el Ministerio de Comunicaciones (casualmente ubicado
textualmente en el 20° lugar) puesto a cargo del “Doctor D. Oscar Raúl Aguad Beily (D.N.I. N° 8.276.757)” (DNU 23/2015).
La alarma sonó en los sectores opositores. El decreto
13/2015 desnaturaliza la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Ley
Argentina Digital al colocar bajo la órbita de un nuevo Ministerio (de Comunicaciones)
a los entes autárquicos específicos encargados de aplicarlas (AFSCA y AFTIC)
quedando estos vacíos de competencias ahora atribuídas a un ministerio
designado en forma directa por el Poder Ejecutivo Nacional.
LA RESISTENCIA
El 14 de diciembre, tres días después de la primera catarata
decretal, bajo la consigna #LaLeyDeMediosNoSeToca se vio la primera movilización
pública y pacífica contra el gobierno de Mauricio Macri en la misma Plaza
de Mayo como en plazas de todo el país (Córdoba, Rosario, Santa Fe, etc.). Claramente,
la marcha fue minimizada por los medios monopólicos tanto en espacio como en lugar
y contenido aunque el clima de “resistencia” tuvo su eco en las redes sociales
y en algunos medios extranjeros.
La avanzada del Poder Ejecutivo que entorna a Mauricio Macri
siguió incólume. Iniciada desde el multimedios Clarín, la campaña contra el
titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, no daba respiro. Sin ningún respeto por
la Ley vigente que, específicamente cierra los mandatos del ente cada cuatro
años y a mitad de lapso presidencial, se conminaba a la renuncia de Sabbatella
con el soez argumento de que se trataba de un dirigente “militante”.
Acaso a la espera de un mecanismo institucional y/o legal, ante
la negativa o, mejor dicho, el respeto por la ley de parte del titular de la
AFSCA, el 22 de diciembre el gobierno publica un nuevo DNU (236/2015) a través
del que “dispónese Intervención de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual y de la Autoridad Federal de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones. Desígnanse Interventores”.
En efecto, el DNU
(236/2015) designa como interventores a Agustín Ignacio Garzón (AFTIC) y a Mario
Enrique Frigerio (AFTIC), probados militantes del partido de gobierno (PRO), a
la vez que no hace constar los motivos de “militancia” argumentados desde los
medios monopólicos.
De esta manera,
amparado por el decreto express y aun habiendo visto manifestaciones grupales
en la puerta del edificio, el gobierno ordena un desalojo con fuerza policial
después de cortar el suministro de energía eléctrica, que terminó el 24 de
diciembre a las 21 horas.
El clima de “resistencia” continuaba en las redes sociales.
La OEA y algunos medios extranjeros observaron las medidas y los métodos. Pero
el vértigo decretal en combo con el apagón informativo siguió licuando la
avanzada.
Valga mencionar que la sombra arrojada al hecho por la catarata
informativa monopólica era tan oscura como multifacética: la noticia del presidente
tomándose vacaciones (Villa La Angostura) a quince días de gestión mientras
sucede la peor inundación del litoral en 50 años, a su vez, arrojaba sombra
sobre los desiguales aumentos de precios, la abrupta devaluación (40%), la
quita de retenciones al agro, la rebaja de impuestos a los autos de alta gama,
el anuncio de tarifazos en los servicios públicos, el desplazamiento del
camarista Freiler de la causa Papel Prensa, el desplazamiento de la fiscal Fein
de la causa Nisman, el sobreseimiento del presidente en la causa por escuchasilegales, la intervención del INDEC, la no publicación de estadísticasinflacionarias y otras.
LAS REUNIONES
En medio del maremoto de decretos y operaciones mediáticas,
el gobierno macrista sigue adelante casi autómata, autista, a modo de piloto automático
programado con basta antelación.
El 5 de diciembre, el CEO del Grupo Clarín, Héctor
Magnetto, tuvo su primera reunión pública con sus gerentes desde el triunfo
de Mauricio Macri en el balotaje del 22 de noviembre. Al evento en la
ciudad de Mar del Plata, que se realiza todos los años, concurrieron más de 200
directivos del conglomerado mediático, incluyendo a los históricos José
Aranda y Lucio Pagliaro.
Luego de casi ocho años de enfrentamiento con el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, el tema no pudo ser evadido en la reunión. “Me animo
a decir que no existen otras organizaciones empresarias que hayan
vivido un hostigamiento tan profundo y prolongado del Estado”, sostuvo
el CEO.
“Resistimos porque no queríamos sobrevivir o aún crecer de
cualquier manera, sino ejerciendo nuestra tarea autónomamente, a nuestro leal
saber y entender, y no de acuerdo a las directivas que nos baje el
poder de turno”, sentenció Magnetto durante su discurso.
Además, el director ejecutivo del Grupo Clarín reiteró que
el rumbo de la empresa hace años que ya va por fuera de lo periodístico: “Somos
un grupo de comunicaciones, como nos definimos en 1995, cuya esencia viene
de los medios y que ha incorporado paulatinamente la distribución de video, el
acceso a Internet y las telecomunicaciones, a medida que estas industrias se
hacían más y más imbricadas”.
Las reuniones de Magnetto con Mauricio Macri y su entorno
técnico llevan larga data. La campaña presidencial del empresario fue apadrinada
y blindada de un modo incondicional, casi imprescindible, aún en los momentos
en que el candidato no lograba la anuencia de Sergio Massa para una alianza y
comentaba sobre las presiones del Círculo Rojo.
Clarín sigue su marcha y vuelve a repetir el mismo modus
operandi que sufrieron Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina
Fernandez de Kirchner. Desde entonces, respectivamente, se configuró el
monopolio devenido de multimedios a (ahora) “grupo de comunicaciones”: desde la
adquisición sombría de Papel Prensa (Videla), ilegalmente Radio Mitre
(Alfonsín), irregularmente Canal 13 (Menem), Cablevisión – Fibertel (Kirchner),
la empresa sumó al diario impreso, la radio, la TV, el cable e internet
asumiendo un poder que ninguno de los gobiernos logró quebrar en sus férreos
intentos. Así fue que Clarín, luego de obtener las licencias legales
necesarias, se deshizo de cada pacto presidencial y trasciende los mandatos.
NUEVOS ANUNCIOS
En voz del Jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña,
hombre de gestos cínicos y autistas, el Gobierno anunció el 30 de diciembre la
creación del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que unifica a la AFSCA y
la AFTIC, y de una “comisión bicameral del Congreso”, para “discutir una nueva
Ley de Comunicaciones, que integre la Ley de Medios y la Ley de Tecnología de
la Comunicación, para que tengamos un marco normativo del siglo 21”. Léase
discusión (sólo) después del Decreto que la promueve.
El funcionario, acompañado el ministro de Comunicaciones,
Oscar Aguad, y por el designado titular del ENACOM, Miguel de Godoy, sentenció
en conferencia de prensa en la Casa de Gobierno que de esta forma “se termina
la guerra del Estado contra el periodismo” que, según dijo, inició la ex
presidenta Cristina Fernández.
Según Peña, se procurará de esta forma que “todos puedan
acceder a servicios de Internet, de telefonía, de cable, de televisión, con la
mayor diversidad y modernidad posible”, al argumentar que “la Ley de Medios
tenía un problema central, y es que era vieja, había sido concebida bajo una
visión del siglo 20”.
“En el siglo 21 no se pueden separar las comunicaciones que
son por cable, por servicios audiovisuales, telefonía, celular, Internet, ya
que son todos parte de una misma lógica” y además “se van a sacar cepos a la
industria, para que sea más claro el marco normativo y puedan haber
inversiones” y advirtió que “el cable, como servicio, pasa a ser parte de la
Ley de Tecnología, no de medios”.
FIN DE AÑO
En el mundo político existe la coincidencia de que el grupo
Clarín es el principal beneficiado por los cambios que impulsa el gobierno de Mauricio
Macri en el esquema de los medios y las telecomunicaciones. En el
mundo empresarial coinciden, aunque también reconocen que están todos contentos.
La clave del nuevo escenario está en la inminente adquisición
del multimedios de la totalidad de Nextel. La compra que hizo el año pasado
del 49% de la empresa de telefonía celular fue
impugnada por la Aftic durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Con la disolución de ese organismo y de la AFSCA para crear un nuevo
megaorganismo (Enacom,
Ente Nacional de Comunicaciones), esos frenos se da por descontado que
caerán. En el macrismo aseguran que todavía no tomaron ninguna decisión, pero
en el ambiente nadie tiene dudas. Una vez superado ese escollo, Clarín tendría
el camino allanado para comprar la totalidad de la firma e ingresar en el
mercado de la telefonía celular.
“Mauricio devuelve los favores al grupo lo más rápido
posible”, asegura provocador un gerente de una de las empresas
competidoras. “Se ve que le estamos devolviendo favores a todos”, ironizó un
referente del Gobierno, aduciendo que todos los sectores de la industria se
mostraron satisfechos.
De hecho, en el directorio del nuevo organismo está previsto
que acompañen a Miguel De Godoy figuras emparentadas con
diferentes empresas: Heber Martínez, que hasta hace poco más de un
mes era gerente de Asuntos Corporativos de Telefe (Telefónica); Alejandro
Pereyra, abogado cercano a Margarita Stolbizer y vinculado a Cadena 3; y Silvana
Giudici, legisladora porteña del PRO y con buenos lazos con el Grupo
Clarín.
El otro punto que también deja bien posicionado a Clarín es
que las telefónicas tendrían que esperar dos años (prorrogable por uno más)
para poder ingresar en el mercado de la televisión por suscripción. Eso es para
que las cableras, que tienen un poder económico menor, puedan primero dar sus
primeros pasos en la telefonía celular. Clarín va por Nextel, Telecentro quiere
ser un operador móvil virtual (alquilaría la red a una telefónica) y Vila y
Manzano (Grupo UNO) intentaron con Arlink, pero devolvieron las frecuencias que
ganaron por no poder pagarlas. Sobre las últimas dos ya circulan versiones de
posibles ventas a Carlos Slim (Claro). Este punto es el único que critica
Telefónica, que se opone al plazo impuesto. Sostienen que la TV paga y la
telefonía ya tienen una penetración similar en los hogares.
BRINDIS
Enterado antes de fin de año de la resolución aceptada por el gobierno, el Grupo Clarín, lejos de adecuarse a la normativa aún vigente, se lanzó a seguir engordando el monopolio adquiriendo, aún vulnerando la LSCA, tres nuevas señales de cable: El Garaje TV, América Sports y Canal A.
Así, en 20 días, llegamos al fin de la Ley más debatida y batallada de la democracia, avalada por las dos cámaras del Congreso de la Nación en 2009 en protección de la ultimada libertad de prensa argentina y que Clarín, mediante medidas cautelares y chicanas judiciales, logró sortear hasta este año nuevo (2016) para seguir, como siempre, engordando su monopolio a través de los sucesivos gobiernos que después maniata.
Así, en 20 días, llegamos al fin de la Ley más debatida y batallada de la democracia, avalada por las dos cámaras del Congreso de la Nación en 2009 en protección de la ultimada libertad de prensa argentina y que Clarín, mediante medidas cautelares y chicanas judiciales, logró sortear hasta este año nuevo (2016) para seguir, como siempre, engordando su monopolio a través de los sucesivos gobiernos que después maniata.
Y se llegó en tiempo y forma, ya que el 15 de enero de 2016 vence el plazo de la última cautelar presentada a la Justicia para evitar la adecuación de oficio.
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