Los chalecos amarillos incendian París por aumento de combustibles.


La tercera protesta de los chalecos amarillos contra el aumento en los combustibles y la política económica de Emmanuel Macron volvió a congregar a más de cien mil personas que convirtieron las calles de París en un caos. Más de 800 acciones en el interior francés encendieron las alertas del gobierno, cuyo mandatario, se encuentra en Buenos Aires (G20), donde por error, fue recibido por un "chaleco amarillo" del aeropuerto internacional de Ezeiza.

El movimiento de los chalecos amarillos, que alude a la prenda que deben llevar todos los automovilistas en sus vehículos en Francia, se generó sin líderes dirigenciales, a través de las redes sociales y pide una mejora en el poder adquisitivo, menos impuestos y niega el aumento a los combustibles procurado por el gobierno francés.




















Se trata de los disturbios urbanos más violentos en Francia en una década.


















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