Gobierno Macri: El arte de mentir.

"La construcción, que fue uno de los sectores que empujaron para abajo en 2016, se empieza a recuperar no sólo por el componente del sector público, sino por la construcción privada”, aseguró el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el 26 de febrero en una entrevista televisiva. El Indec informó ayer que el mes pasado ese sector cayó 3,4% desmintiendo la afirmación del funcionario. 

“Arrancamos el año creciendo: la venta de cemento creció en enero por tercer mes seguido”, twiteó el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, el 21 de febrero, pese a que el Indec informó dos días después que la construcción había retrocedido 2,4% en enero. 

En septiembre 2016 ocurrió algo similar cuando el entonces ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, celebró el aumento de los despachos de cemento que se había registrado en agosto y twiteó: “Arrancó obra pública; cambia tendencia”. Lo único concreto, más allá del relato oficial, es que la construcción viene cayendo desde que Mauricio Macri asumió la presidencia hace poco más de 15 meses.

Los anuncios oficiales sobre reactivaciones que no existen son aún peores que los pronósticos de mejoras que nunca llegan, pero forman parte de una misma estrategia. Haber prometido que la recuperación se iba a producir en el segundo semestre del año pasado (2016) no fue un error, por más que en el gobierno abunden la improvisación y la impericia, así como tampoco es un error decir que está pasando algo que las estadísticas desmienten. 

El propio Macri fue un pionero en ese sentido dentro de su gobierno cuando el 10 de enero del año pasado (2016), a un mes de asumir, le brindó una entrevista a varios diarios provinciales y al ser consultado sobre la inflación afirmó: “En enero claramente estamos percibiendo un retroceso de muchos precios, una desaceleración enorme de la inflación”. En aquel entonces el Indec no relevaba precios por el apagón estadístico, pero el gobierno de la Ciudad informó al mes siguiente que el incremento en enero había sido de 4,1%, el más alto desde 2002. 

Con ese tipo de intervenciones insólitas lo que han buscado es generar desde el inicio expectativas positivas que ayuden a mejorar la realidad. El problema es que mientras tanto continúan aplicando políticas que lo único que hacen es empeorarla.

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