Caída en picada de los comercios de La Plata.


El impacto de las políticas económicas recesivas aplicadas por el macrismo se siente con fuerza en el sector minorista. Referentes locales aseguran que las ventas son sensiblemente menores a las de años anteriores.

Los últimos datos sobre alquileres en el rubro comercial son desalentadores: el 40% de aumento para renovar locaciones refleja que la inflación provocada por el equipo económico liberal de la administración Macri se está convirtiendo en una madeja difícil de desatar.

Además, la constante e ininterrumpida caída en ventas minoristas a nivel nacional oscurece aun más el panorama para un sector antes dinámico, con gran peso en el esquema productivo de servicios y una fuente de empleo importante.

“El escenario para el comerciante está difícil”, indicó ante la consulta Alberto Catullo, presidente de la Asociación de Amigos de Calle 12, y “no solamente en el ámbito de los alquileres, sino también en las ventas”.

Padecemos las consecuencias “de los aumentos fijos y la incertidumbre acerca de las tarifas en los servicios” que aún están pendientes de resolución por parte de la Justicia, agregó el titular de la asociación de comerciantes de la tradicional arteria platense.

El impacto, aclara Catullo, “es distinto según el rubro al que está dedicado el local. Un comercio platense que vende ropa tiene un gasto importante en luz, mientras que un natatorio o un local gastronómico va a sentir el golpe en el consumo de gas”.

“Hay una merma importante en el consumo general de la gente y han disminuido las ventas”, aseguró Catullo, y para colmo “vemos que la gente ahora se está manejando más con las tarjetas de crédito, que tienen tasas muy altas” para los comerciantes.

“Con la recesión que hay, las personas priorizan otros tipos de gastos, y vemos que en La Plata las bajas en ventas son mayores. Según el rubro, las caídas varían entre el 20 y el 40%, pero entre las diversas cámaras y asociaciones de comerciantes locales, estimamos un promedio de 35%”, explicó el comerciante.

Entre los comerciantes reina la expectativa para un año que no arrancó de forma positiva y que tiende a empeorar, mientras los anuncios económicos del Gobierno para paliar la situación del sector son más una expresión oral que una acción práctica. Pero “la realidad es que la gente no tiene más plata”, concluyó Catullo.

Un futuro incierto

Distintas federaciones que nuclean a los comerciantes ya advirtieron que el futuro inmediato no es alentador a nivel local y provincial, señalando la profunda caída en las ventas en junio y julio, meses clave para analizar números de la actividad.

Referentes de la FELP, la Federación Empresaria de La Plata, manifestaron en junio pasado a este medio que “el comercio pequeño y las pymes son un área sensible a los cambios económicos bruscos como los que han ocurrido en este primer semestre”.

El presidente de esa entidad, Gustavo Vétere, explicó aquella vez que el freno al consumo experimentado por el sector se debe ciertamente al “aumento de tarifas, el aumento de precios, la devaluación”, que impactaron con fuerza en el consumo en general y las paritarias de principio de año “no han sido parejas con los aumentos que hubo en servicios, mercados y objetos de consumo”.

Leandro Gianello, Diario Contexto.

Comentarios

  1. Yo creo que esta gente está equivocada. Demuestran poca fe en el CAMBIO. Sólo es cuestión de esperar un poco... un semestre, o a mediados del próximo año, o ... bueno. ¡HAY QUE ESPERAR! ¿ESTAMOS?

    Sólo están demostrando que son intolerantes y destituyentes. Miren cómo está el virrey amarillo, eh? Ya tuvo que irse a descansar de nuevo. ¡También! Con la gentuza que tiene que lidiar ... El pobre no puede decir cinco palabras que, en seguida vienen los de La Cámpora a abuchearlo y a apedrearlo (los antiguos lo llamaban LAPIDACIÓN).

    Jamás vi tan poca paciencia para con un líder popular que sólo quiere que seamos felices. Aún no llegamos ni siquiera a UN MILLÓN de nuevos desocupados. De nuevos pobres, si. Ahi reconozco que está cumpliendo ... pero con los desocupados, aún falta muchísimo. ¡Un poquito más de paciencia, por favor!

    ¡Si, se puede! ¡Si, se puede! Pero hace falta un cachito más de tiempo.

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