Rajoy: “Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el gobierno”


En una de las consecuencias más graves que produjeron hasta ahora los Panama Papers, ayer debió presentar su renuncia el ministro de Industria, Energía y Turismo de España, José Manuel Soria, debido a que apareció involucrado como administrador de la sociedad offshore UK Lines Limited, entre otras. La renuncia fue un golpe para el gobierno conservador de Mariano Rajoy, quien se suponía que tenía reservado un lugar de preponderancia para Soria en caso de conseguir mantenerse en la presidencia en las próximas elecciones. Pero el mensaje que envió Rajoy a través de su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, fue fuerte, tanto que resonó en Buenos Aires. “Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el gobierno, en esto tenemos que ser muy rotundos”, afirmó. No se sabe qué opinó el presidente Mauricio Macri al respecto.

El ministro, uno de los hombres fuertes de la gestión del Partido Popular, reaccionó como casi todos los involucrados en los Panamá Papers. Según la documentación del estudio de abogados panameño Mossack Fonseca, Soria figuraba como administrador de UK Lines, disuelta en marzo de 1995, antes incluso de que Soria comenzara a actuar en política. El ministro negó cualquier relación con la empresa y hasta desafió someterse a cualquier investigación que quisiera hacerle la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Luego adoptó el rol de víctima de ataques injustificados y anunció que pediría permiso para presentar sus explicaciones ante la Cámara de Diputados y así responder a los cuestionamientos. Entonces Soria aseguraba que era “totalmente falso” que tuviera o haya tenido “algún tipo de relación con compañías, empresas, entidad o fundación radicadas ni en Panamá, ni en Bahamas, ni en ningún otro paraíso fiscal”.

Pero, lejos de aplacarse, el escándalo se agigantó con el paso de las horas. El diario El Mundo publicó luego un documento que confirmaba que Soria administró la sociedad Mechanical Trading Ltd., registrada en 2002 en la isla de Jersey, perteneciente al paraíso fiscal del Canal de la Mancha, cuando él ya se desempeñaba como alcalde de Las Palmas y, en paralelo, el periódico digital eldiario.es reveló que Oceanic Lines, una empresa que la familia Soria posee en Londres, estaba manejada en un 20% por el ministro Soria y su hermano y el 80% restante por la misma Mechanical Trading.

Soria no sólo renunció a su cargo, sino que devolvió su diploma de diputado y abandonó el puesto del presidente del PP en Canarias. Adelantó que se retiraba de la actividad política y centró su defensa en lo comercial. “Mi offshore de Jersey es legal. No he cometido absolutamente ningún tipo de ilegalidad”, declaró en una entrevista televisiva.

La salida abrió una nueva crisis en el vapuleado gobierno de Rajoy, quien no salió a hablar sobre el escándalo. Quien actuó como vocero fue el ministro de Hacienda, y lo hizo en duros términos. “Si hay algún indicio de sospecha, no se puede estar en el gobierno en esas condiciones”, dijo el ministro Montoro sobre la relación de un funcionario con firmas offshore.

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