Macri reunido con empresarios en Olivos: "la capacidad que Dios les dió".


Macri se reunió esta tarde (18 hs) en la Quinta de Olivos con 100 ejecutivos y empresarios. Convocados por el Ministerio de la Producción, los "colegas" tuvieron que oír una insólita arenga presidencial llevando una nutrida agenda de reclamos.

Cuando la oposición (Izquierda, FPV, massismo y justicialistas unificados) y los sindicatos (unificados) están trabajando reunidos en el proyecto de ley antidespidos declarando la emergencia ocupacional, Macri invitó a sus colegas a escuchar su imaginado paraíso argentino que “está ocurriendo”.

El breve discurso (unos 14 minutos) redundó en voluntarismos, falacias y una visión prometedora que no conmovió al auditorio. Allí, una parte importante de las grandes firmas de consumo masivo representadas, fueron principales reclamantes de un ajuste fiscal para contener la inflación.

Ante el crecimiento inflacionario, producto de los tarifazos de transporte y servicios públicos (en medio de paritarias), la remarcación de precios en las góndolas fue la respuesta empresarial lógica y trágica. Ya comerciantes tucumanos se mostraron hostiles ante el discurso despachado días atrás por la vicepresidenta Gabriela Michetti quien les dijo que sepan esperar “tres, cuatro o cinco años…”

No obstante el panorama oscuro, el avance de iniciativas antiempresas (emergencia laboral) es la mayor preocupación de los empresarios porque anuncian (o advierten o amenazan) la profundización de la crisis.

En el Gobierno están convencidos de que “muchos decidieron aumentar precios para recuperar rentabilidad y después sumarse a los aumentos generales por el impacto de otras subas”.

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, no fue parte del cónclave en Olivos porque la reunión fue sin la intermediación de las entidades empresarias. Sin embargo, alertó sobre la inminencia de despidos preventivos producto de la sanción de leyes que aumenten el costo indemnizatorio.

“Buscar encarecer el costo laboral a partir del despido sólo aumentará la crisis. Ninguna empresa quiere despedir porque es maliciosa en sí misma, pero ante una amenaza que genere mayor peso y las ponga en amenaza toman decisiones preventivas y profundizan el conflicto”.

Según señaló el Ministerio de Producción, que comanda Francisco Cabrera, el encuentro entre el Ejecutivo y los empresarios fue “fundamentalmente convocarlos a asumir una responsabilidad activa a través de la inversión y la generación y el cuidado del empleo”.



Y así fue. En una insólita arenga, Macri dijo, entre otras cosas, que “vamos bien, que ya se empezaron a generar empleos de calidad en esa Argentina a la que queremos ir…” (o sea, en una Argentina en la que aún no estamos?)

“que ya empezaron a resultar cambios positivos y que… realmente valorar esto que… el gobierno con el ministro de Hacienda a la cabeza logró…” (el pago a buitres con 1600% de ganancia).

Y lo que más nos sorprendió, al menos a nosotros, fue el acting de la “arenga emocional”. No por el acting (que ya vimos durante toda su campaña electoral) sino por el contenido de su frase, dicha en sentido tono melodramático:

“este es nuestro país, es el lugar donde vivimos, es el lugar que amamos, es el lugar por el cual queremos luchar, y la manera que tienen ustedes de luchar es invirtiendo, es haciendo… esa es la capacidad que Dios les dio…”

“…que Dios les dio…”


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