Vidal al límite.


Los rumores suenan cada vez más fuerte y no son novedad. Los 100 días de gestión, luego de la campaña de la alegría, fueron considerados un plazo razonable como para blanquear el divorcio Vidal - Tagliaferro.

El título que se le da al problema de Vidal es "problemas de salud", incluyendose en esa generalidad la drástica pérdida de peso (a pedido del marketing) y su "reciente" separación.

Ya habíamos contado, apenas enterados, de la mudanza a la base aérea militar de Morón, de la compra de carros hidrantes y de que, entonces, debería viajar diariamente en helicóptero (lo que genera un gasto de $ 15 millones anuales).


Ni Vidal ni propios ni extraños contaban con un triunfo electoral que le abriera las puertas de la gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Supimos de los trágicos y vertiginosos primeros días tratando de conseguir empleados de confianza para formar sus (inimaginados) cuadros administrativos y de la rigurosa y frenética búsqueda de secretaria privada que le solvente su agenda.

Vidal sufre ataques de pánico cada vez más asiduamente y su entorno más próximo trata de conservarla en algodones y lejos de la compleja problemática provincial para que pueda lucir, frugal y sonriente de manos caídas, festejando las "ocurrencias" del presidente en sus actos públicos.


Para encubrir y/o disipar todo esto está el Grupo Clarín, esta vez, en su publicación Cosmopolitan, donde habla de "separarse con onda" y explica cómo hacerlo contando sobre "el look de Mariu".

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