Más fácil importar: el gobierno de Macri flexibiliza las importaciones.


De a poco se van concretando los peores temores de los pequeños y medianos industriales que producen y abastecen el mercado interno. La apertura de importaciones se da en un contexto aún con baja actividad pero que va preparando para inundar el mercado apenas haya señales de reactivación económica.

En tiempos de estancamiento y alta inflación, el Gobierno flexibilizó ayer (14.03.2016) las importaciones al ampliar el tiempo de vigencia de las licencias no automáticas (LNA) de 90 a 180 días y sumar posiciones a las licencias automáticas (LA) de productos que no se fabrican en el país.

Además, se eliminó una traba para la operatoria de los courier y los envíos postales. Se trató, dijeron en el Gobierno, de un pequeño cambio que no modifica de fondo los actuales mecanismos sino que está pensada para los insumos críticos para la producción y no para el régimen puerta a puerta. Para que efectivamente lleguen los cambios prometidos faltan aún una reglamentación de las Secretaría de Comercio y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Por eso, sigue -por ahora- la necesidad de llenar la declaración jurada a través del formulario 4550 en la página del organismo para las compras particulares destinadas a consumo personal por Internet.

"Esta medida permite acelerar y simplificar las pequeñas operaciones realizadas vía courier que en muchos casos son críticas para la producción, dado que en general involucran insumos críticos, piezas o repuestos de maquinarias, y que representan un volumen mínimo del comercio", describieron desde el Ministerio de Producción.

A través de la resolución 32/16, el Gobierno modificó el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), y quitó el requisito de tramitar la licencia previa a un amplio listado de productos que no se fabrican en el país, entre ellos, alambre de cobre, bombas y herramientas neumáticas, determinados tipos de ventiladores, insumos para telefonía e informática, motos de alta cilindrada, insumos médicos. Estos pasan a regirse bajo el régimen de licencias automáticas.

Por otro lado, el Ministerio de Producción anunció que sumó algunos productos, considerados sensibles, bajo el paraguas de las LNA. Allí quedaron una serie de productos derivados químicos, de madera y caucho, ciertas máquinas y materiales eléctricos; automóviles y partes; laminados, tubos y perfiles, de hierro y acero; entre otros.

La ampliación del plazo de validez del trámite de los 90 a los 180 días responde a un reclamo del sector privado que pedía mayor automaticidad en el pedido de permisos y que los tiempos fueran más acordes a la realidad comercial de las operaciones de comercio exterior.

"Celebramos esta tendencia a la corrección", afirmó Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior y agregó: "Esto no alcanza, no es suficiente, porque necesitamos que todo aquello que no sea fabricado en el país pueda ser excluido del régimen pero de manera automática".

Un punto que causó confusión se refirió a una parte del texto de la resolución que señala "que por la propia naturaleza de la operatoria de courier y de envíos postales, resulta conveniente exceptuar a las mercaderías importadas de lo dispuesto por la resolución 5/15", es decir, de las licencias no automáticas. Justamente, a partir de la publicación de esta norma, ninguna importación que ingrese bajo este régimen deberá tramitar licencias no automáticas (algo que sólo requerían algunos productos, generalmente los no destinados a consumo personal).

"Se trata de una muy buena medida", sostuvo a este medio Rubén García, secretario de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA). El ejecutivo destacó el buen diálogo con el Gobierno pero también pidió mejorar la "automaticidad" de las LNA.

Estas licencias fueron reintroducidas en reemplazo de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) luego de un fallo desfavorable para la Argentina en el Órgano de Solución de Controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Tienen un fin estadístico y un plazo máximo de 60 días para ser entregadas al operador.

El objetivo de la medida de ampliar el plazo de validez de las licencias no automáticas de importación hasta los 180 días corridos es facilitar la operatoria para los importadores, porque el plazo de 90 días vigente hasta ahora en ocasiones no alcanzaba a cubrir el tiempo de viaje de la mercadería desde Asia, con lo cual expiraba la licencia y debía volver a tramitarse, con costos adicionales de depósito en Aduana. Los importadores aseguran que no hay reclamos con respecto a la mecánica de aprobación de las compras al exterior ya que el sistema funciona de manera ágil. Del otro lado, las cámaras empresarias que representan a las pymes dicen que todavía la situación de las importaciones es relativamente estable pero hay preocupación porque advierten que en el segundo semestre la apertura se hará más palpable y hay empleos en riesgo. Ayer también se destrabó el servicio de courier para la actividad productiva (ver aparte).

“La medida resolvió un problema a través de lógica pura. El plazo de 90 días para las licencias no automáticas era insuficiente para las importaciones provenientes desde Asia, que insumen entre 50 y 60 días solamente en tiempo de viaje. Entonces si obtenías una licencia para embarcar, era prácticamente imposible utilizarla”, explicó a este diario Rubén García, secretario de la Cámara de Importadores (CIRA).

El nuevo sistema de importación cuenta con una porción mayoritaria de las posiciones arancelarias con licencias automáticas de importación. Son 12 mil rubros en ese catálogo, que ingresan a la economía local sin ningún tipo de inconveniente ni demora, aseguran importadores. El Gobierno, además, estableció 1200 posiciones arancelarias con licencias no automáticas (LNA) en los sectores que se verían perjudicados ante el ingreso irrestricto de importaciones, como en la metalurgia, autopartes, textiles, juguetes, marroquinería, calzado, motos o maquinaria agrícola. Una vez que la Secretaría de Comercio da el visto bueno al pedido de importación a través de la aprobación de la LNA, ese documento goza de una cierta validez, que era de 90 días. En el curso de esos tres meses el importador debía encargar el pedido y recibirlo en Aduana contra la entrega de la LNA. “90 días para importar algo desde Brasil, vaya y pase, pero desde Asia era muy complicado”, indicó García. Sobre todo en el caso de bienes específicos, en donde las empresas hacen el pedido una vez que se les aprueba la LNA, se registraban pagos en Aduana para que la mercadería quedara depositada al aguardo de la renovación de la licencia. En definitiva, se encarecía la operatoria para el importador. Los tiempos se estiran todavía más para los bienes de capital, de modo que los importadores suelen pedir a la Secretaría prórrogas en las licencias.

La facilidad del importador siempre es mirada con recelo por parte del industrial pyme, que en la última década creció en parte gracias a la protección de la competencia importadora. “A la fecha no tenemos importadores que adviertan que la aprobación de las LNA se demora más de lo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), que son 60 días para expedirse ante la solicitud. No tengo ni un socio que me dice que está en el día 61. El sistema de importación está totalmente activo y sin quejas, está funcionando bien”, completó García. Además de la “normalización” del flujo, el Gobierno liberó tiempo atrás todas las importaciones acumuladas sobre el final de la administración anterior.

“Los sectores pyme no están viendo importaciones que en forma masiva perjudiquen producción local. Pero sí sabemos que van a venir para el segundo semestre, es lo que nos transmiten las cadenas de supermercados y las marcas. Buscamos consolidar el diálogo con las autoridades para que no se pierdan empleos a partir de la importación de artículos demasiado baratos para el mercado local que dañen a la industria”, indicó a este diario Marcelo Fernández, presidente de la Cgera.

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