El gobierno de Mauricio Macri continúa con su radical política impositiva. Después de quitar las retenciones al agro y la minería, quitar los aranceles de importación y reducir los impuestos de los autos de alta gama (entre otras medidas por el estilo), el último capítulo de esta saga de redistribución regresiva del ingreso ocurrió el martes (16.02.2016), cuando el Gobierno hizo oficial la eliminación del gravamen sobre las bebidas espumantes, más conocidas como champagnes.
Según salió publicado en el Boletín Oficial, se deja “sin efecto” el impuesto interno a la champaña, de forma “transitoria” hasta el 30 de abril de este año. Según la ley de Impuestos Internos, las bebidas espumantes deberían pagar una alícuota del 12 por ciento.
En los considerandos del decreto 355/2016, que lleva la firma de Macri y sus ministros Alfonso Prat-Gay y Ricardo Buryaille, se argumenta que la eliminación del tributo permite “un importante desarrollo del sector y un crecimiento de los litros despachados al mercado interno”.
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