La lista de despedidos de Prat Gay.



La política de despidos llegó ayer a la Secretaría de Programación Económica del Ministerio de Hacienda y Finanzas. Trece trabajadores que se encontraban con convenios ley marco y contratos de asistencia técnica desde 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015 fueron despedidos por parte del gobierno de Mauricio Macri. Lejos de la arenga pública que hacen los funcionarios sobre la grasa militante y los ñoquis, cuando se les comunicó la situación en ningún momento surgió el argumento vinculado al compromiso con el trabajo. “Hay informes que ya no va a requerir el Ministerio”, argumentaron los voceros del ajuste de personal a los despedidos.

Ayer al mediodía las autoridades del área de recursos humanos aseguraron a los delegados de ATE en el ministerio que se quedaran tranquilos porque no iba a haber despidos. Un par de horas después convocaron a cinco trabajadores de la Dirección de Análisis del Sector Externo (la tercera parte de los empleados de esa dependencia), a cinco de la Dirección de Coyuntura (una cuarta parte del total) y a tres empleadas administrativas.

“Esto es parte de una decisión más general para hacer más eficiente el Estado”, comenzaron los funcionarios. “Hicimos una evaluación de los informes y hay algunos que no nos interesan y otros los va a empezar a producir el Banco Central”, intentaron justificar. A un empleado le dijeron que está “sobrecapacitado” para hacer los trabajos de la dependencia y que otro trabajador con menos formación podía reemplazarlo. La consecuencia no fue ofrecerle realizar otra actividad que exija mayor nivel de formación sino echarlo. A una trabajadora que se encargaba de encontrar nexos entre la política económica y la teoría económica le dijeron “no queremos iluminadas” y la despidieron.

Los despedidos tienen diversas situaciones contractuales. Hay varios bajo ley marco que ingresaron después de 2013, con lo cual quedaron comprendidos en el decreto 254/2015 del Ministerio de Modernización. Hay dos contratos de asistencia técnica con universidades que fueron dados de baja. Otros despedidos habían entrado en 2011, 2012 y 2013. No recibieron una notificación por escrito, la única información con la que cuentan es la charla de ayer, en donde les aseguraron que les iban a pagar durante marzo pero que a partir de hoy podrían dejar de asistir al trabajo. “Vamos a ir a trabajar porque, si no, nos van a decir que nos echaron por ñoquis”, dijo a este diario un despedido. Fue el comienzo de la revolución de la alegría en el seno del Ministerio de Hacienda. Se esperan despidos en otras áreas, como por ejemplo la Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado, que dependía de Economía pero por ahora está afuera del organigrama del Estado nacional.

Javier Lewkowicz, Página 12, 23 de febrero de 2016.

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