La verdadera razón de la clausura del INDEC.


El sábado 12 de diciembre salió publicado en TN (dónde sinó) que "El INDEC no difundirá por ahora la inflación". Si esto es publicado a dos días de la asunción presidencial es válido (y casi obvio) inferir que se trata de una medida determinada en el "shock" programado desde el día 1.

Este "shock" comprende la temeraria batería de medidas económicas en simultáneo entre las que se cuentan "devaluación", "quita de retenciones al agro" y la "apertura de importaciones" entre otras.

"Es parte de la herencia, no nos queda otra. Si el número no es real, no lo vamos a difundir, nos quedan pocos días para revisarlo", le dijo a TN.com.ar, el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay al término de la ceremonia de asunción de su equipo.

Por su parte, el flamante director del INDEC, Jorge Todesca, anticipó también que va "a revisar" el Indice de Precios al Consumidor de noviembre, para "determinar si existen inconsistencias" en su cálculo."Vamos a ver si podemos darlo esta semana o nos tomamos unos días más. Pero lo vamos a saber cuando veamos la información."

En efecto, la fecha de difusión le cayó a la nueva plana directiva del INDEC a poco de asumir. El miércoles 16 de diciembre era la fecha establecida por el calendario del organismo para la difusión de la inflación de noviembre que tuvo un condimento especial: muchas empresas y proveedores de supermercados aumentaron sus precios anticipándose a la anunciada devaluación del peso por parte del candidato PRO, Mauricio Macri.

A raíz de estos factores (temprana fecha de difusión, intervención del INDEC y anuncio de pronto restablecimiento) se especuló con que la manifiesta negativa de publicar los datos inflacionarios respondía (sólo) a evitar el costo político de la devaluación presente y creciente.

Pero en perspectiva, la evolución de los hechos y los dichos denota otra realidad. Dos días después, el 14 de diciembre (cuando Macri intentaba decretar dos jueces en la Corte Suprema de Justicia), el Ministro de Hacienda presentó en sociedad a las nuevas autoridaded del INDEC. Allí, en conferencia de prensa, el nuevo director del organismo, Jorge Todesca, dio las excusas para no publicar los índices pero ya no era por unos pocos días:

"En estos días nos encontramos con área técnicas incompletas, desarticuladas y, sobre todo, con deterioro en la cadena de mando. La pirámide de dirección está desdibujada y hay personal cuyo trabajo no reporta a ningún área concreta... la idea de nuestra administración es alcanzar niveles de excelencia y recuperar al INDEC de la destrucción. Encontramos una entidad que es tierra de nadie. Estamos absolutamente angustiados... en el IPC (Indice de Precios al Consumidor) no quedaron recursos humanos, no hay quien revise la información..."

Ya fue llamativo que el mismo día en que la urgencia de gobierno por cubrir las (2) vacantes de la Corte Suprema haya generado el comportamiento tan torpe como inconstitucional de Mauricio Macri y que en la inusitada velocidad de medidas urgentes tomadas en simultáneo asalte a los directores del INDEC sin herramientas para adecuarse a la velocidad turbo del gobierno.

Lo que en un principio era "una semana o unos días más" ya se hacía "destrucción y tierra de nadie". La conferencia de prensa era cerrada por el Ministro Prat Gay que, como indica el manual de Durán Barba, debe trocar explicaciones por acusaciones, las mismas que le recomendara a Sturzenegger a la hora de participar en un debate televisivo:

"Vamos a pasar de un instituto de la mentira a un instituto de la verdad. Un país sin estadísticas creíbles es un país no creíble", y cerró declamando exactamente lo opuesto de lo que promete: "Tenemos el objetivo de crear un sistema de estadísticas que nos diga lo que está pasando".

En efecto, el Ministro Prat Gay anunciaba que el INDEC no iba a publicar "lo que está pasando".


Así, unos 15 días más tarde, justo antes de terminar el año, a la sombra de los focos que apuntaban al anuncio del Jefe de Gabinete (Marcos Peña), sobre el aborto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el 30 de diciembre el ministro Prat Gay anunció la declaración de la "emergencia estadística", tercera emergencia después de la "energética (tarifazo)" y "de seguridad (represión)" que le permite hacer y deshacer a criterio en el área.

Volvió sobre que "durante ocho años el INDEC fue un escándalo" y que "en la situación actual no se pueden publicar los índices", pero ya sin hablar de días, semanas o plazo alguno: La emergencia estadística "es necesaria para recuperar la verdad y eso lo vamos a ir logrando a lo largo del tiempo."

La decisión es tan clara como la búsqueda. El pobre y menos coucheado Jorge Todesca dió pistas al contar que "no necesitamos una normativa para no publicar un indicador", agregando que "le sirve al Ministerio de Hacienda y Finanzas para reordenar tareas y volver a brindar la información en el plazo más breve posible".

Pero un reportero de Página 12 le preguntó: ¿Cuál será ese plazo? A lo que Todesca respondió: "Hoy no lo sé".

En efecto, la "emergencia estadística", que será implementada a través de otro decreto, estará vigente hasta finales de 2016. Y así, del "por ahora", "unos días", a "semanas", al "plazo más breve posible", terminamos en un año. Un 2016 que viene con alta devaluación, alta inflación, altos tarifazos, despidos y... paritarias gremiales.

Esta es la razón fundamental de la clausura del INDEC, pergeñada desde el día 1 del nuevo gobierno de Mauricio Macri: bajar salarios.


Agregamos días después el enlace a esta nota para mostrar como los medios concentrados siguen operando para justificar un año de cepo estadístico en base a un supuesto descontrol de la gestión anterior. No se trata de otro punto de vista, otra óptica u otra manera de hacer política. Es simplemente la forma en que opera el poder empresarial con su brazo mediático sobre la realidad.

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